El stripping permite aprovechar al máximo los componentes nitrogenados de la fracción líquida del digerido, esencial para conseguir un fertilizante de calidad. Es una de las tecnologías de un proyecto europeo que camina por la misma senda que hace ahora un año comenzaron a andar el Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario (Neiker-Tecnalia) y la empresa Ekonek con la construcción de una planta piloto de tratamiento de digeridos procedentes de plantas de biogás para transformarlos en "fertilizantes orgánicos de gran calidad y hasta diez veces más productivos que los convencionales”. Ludan Renewable Energy España y la empresa agroalimentaria Kernel Export también están implicados en plantas de biogás con fines similares.
Pero ahora es el turno de Digestate from Manure Recycling Techologies, el nombre completo del proyecto Digesmart financiado por la Unión Europea dentro del programa Eco-Innovation. Con una inversión de 1.076.000 euros, la mitad procedentes de la UE, las actividades técnicas está previsto que finalicen en tres años con la instalación de nueve unidades de tratamiento repartidas entre España, Francia, Bélgica, Italia, Alemania, Países Bajos y Dinamarca. En la iniciativa participan cinco socios de cuatro países: Enerbiom (Francia, como coordinador), Universidad de Turín-Grupo Disafa y SATA (ambos de Italia), Biogás-E (Bélgica) y Ainia Centro Tecnológico (España).
Adaptación a las necesidades de los agricultores
Desde Ainia afirman que Digesmart “ofrecerá una solución de tratamiento de los materiales residuales de la producción de biogás agro-industrial a partir de deyecciones ganaderas y otros restos orgánicos procedentes de la agroindustria”. El alto coste asociado a su transporte y aplicación en el campo hace que, con la combinación de tecnologías planteadas en el proyecto, “los ganaderos europeos reciclen esos materiales transformándolos en fertilizantes de alto valor y a un bajo coste”, explican desde el centro tecnológico ubicado en Paterna (Valencia), especializado en desarrollos más eficientes y sostenibles de producción de biogás.
Algunas de esas tecnologías de recuperación de nutrientes, como la separación sólido-líquido, el mencionado stripping y el secado solar ya las desarrolla Enerbiom. Según Ainia, con ellas se adaptará “la solución de tratamiento de los materiales residuales de la producción de biogás, conocidos como digerido, a las necesidades de los agricultores, tanto en términos de capacidad y superficie disponible de aplicación como de costes de tratamiento”.
Ahorro energético y menos combustibles fósiles y huella de carbono
El proceso a implantar con la puesta en marcha de Digesmart minimiza en términos de volumen la aplicación de digerido y valoriza económicamente los nutrientes minerales (nitrógeno, fósforo y potasio, entre otros). “Mediante el aprovechamiento del digerido, en lugar de fertilizantes de síntesis, es posible realizar un ahorro energético, limitar el consumo de combustibles fósiles y reducir la huella de carbono”, añaden en Ainia.
La primera instalación con la aplicación de las tecnologías desarrolladas por Enerbiom se construirá en una planta de biogás agro-industrial en el norte de Francia, “debido al exceso de deyecciones ganaderas de esta área y al importante problema de la polución de los acuíferos”, concluye Ainia en un comunicado de prensa.