Entre los temas a tratar hoy jueves dentro del Consejo de Ministros de Medio Ambiente de la UE estaba uno relativo a la calidad de gasolinas y gasóleos y otro sobre la incorporación en el transporte de carburantes procedentes de fuentes renovables. Según la noticia de Europa Press, fue en este marco donde Arias Cañete pidió "reflexionar sobre la posibilidad de elevar el límite" del 5 % que propone la CE en el uso de biocarburantes dentro del 10 % global de renovables en el transporte marcado para 2020. El ministro hace esta petición para dar "continuidad y seguridad jurídica" a las inversiones ya hechas.
Desde que se lanzó, la propuesta de la CE ha provocado variadas reacciones, que van desde el rechazo más enérgico protagonizado por la canciller alemana Angela Merkel a la firmeza en su defensa de los comisarios europeos de Acción por el Clima, Connie Hedegaard, y Energía, Günther Öettinger. Arias Cañete piensa que España "quiere poner un punto de equilibrio al debate europeo" para que no se frene el apoyo a los biocarburantes procedentes de cultivos alimentarios aunque se apueste por los de última generación, “por su desarrollo tecnológico y comercial, pero desde la prudencia de que hemos apostado por los tradicionales”.
No han sido estas las únicas palabras del ministro dirigidas a los biocarburantes de segunda generación, o procedentes de materias primas no alimentarias, como residuos. Ha expresado el deseo de que "se calcule bien su huella de carbono" y que "no haya sistemas de contabilidad (se refiere a la contabilidad doble y cuádruple frente a los de primera generación) que contribuyan a un estímulo artificial, sin ponderar cuál es la influencia de estos procesos industriales en los nuevos biocombustibles sobre el cambio climático". "Pedimos rigor, seriedad, prudencia y legislar de una manera ordenada para los ciudadanos europeos", añadió.