APPA Biocarburantes daba recientemente un toque de atención al sector debido a su retraso en el cumplimiento del bioetanol.
Nos sorprende que una asociación empresarial hiciera este tipo de declaraciones, ya que no son nadie para fiscalizar la política de biocarburantes que siguen las petroleras. Además, a no ser que dispongan de datos que solo ellos conocen, los del Cores (Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos) demuestran que los volúmenes son crecientes.
Pero ustedes mismos ya cuestionaron los porcentajes establecidos en la orden para el bioetanol.
Es que es muy ineficiente en términos energéticos. Tiene un contenido energético un 33% inferior que la gasolina y la materia prima es importada prácticamente en su totalidad, por lo que desde el punto de vista de reducción de emisiones de CO2 es ineficiente. Se transporta desde el lugar de origen al puerto, de aquí a la planta y de la planta a la red logística y al punto de venta. Y encima sustituye a un producto que en España nos sobra.
O sea que el bioetanol es el coco de los biocarburantes
No. En Brasil, el procedente de la caña de azúcar ahorra hasta el 80% de emisiones de CO2, pero es adecuado consumirlo en este país. En este caso, tiene todo el sentido del mundo consumir etanol, ya que el parque es de motores de gasolina. No como en España, que se ha decantado por los motores diésel.
Desde APPA Biocarburantes piden que el porcentaje global suba al 7% en 2011...
Eso sí que no tiene ningún sentido. Pero si cumplir el año que viene con el 5,83% va a resultar casi imposible. Para alcanzar ese porcentaje tendremos que poner en el mercado el E10 (90% de gasolina y 10% de etanol) y ahora mismo el parque automovilístico, en especial el privado, no está preparado. En Alemania han reducido los porcentajes precisamente por eso, porque los vehículos no están preparados para el E10. Y España no es una excepción. Además, si la directiva de renovables exige el 6% de biocarburantes de primera generación para 2020, no parece lógico superar ese porcentaje en el año 2011.
¿Cómo está respondiendo el sector petrolífero a la entrada en vigor del sistema de certificación de biocarburantes de la CNE?
Se está trabajando a marchas forzadas porque tenemos muy poco tiempo. Piensen que en solo un mes, hasta mañana mismo, tenemos que certificar todas las mezclas que hemos metido en la red desde el 1 de enero. Se trata de un esfuerzo ímprobo porque además el sistema es muy sofisticado y complicado. Pero me consta que los operadores están trabajando de forma muy estrecha con la CNE para solucionar todos los problemas que surgen.
¿Qué porcentaje de bioetanol y biodiésel español están volcando ahora las operadoras en la red?
Lo desconocemos, pero lo que sí puedo decir es que si el otro día Nicholas Goodall (director ejecutivo de la Renewable Fuel Agency) afirmaba que en el Reino sólo el 8% de la materia prima para la fabricación de biocarburantes procedía de su país, pienso que en España también nos vamos a quedar en un solo dígito este año.
El Reino Unido ha ido más allá y tiene un sistema de certificación para verificar que el proceso de cultivo y fabricación es sostenible. ¿Está preparado el sector pasa asumirlo también en España?
Nosotros lo tendremos en breve porque así lo exige la directiva europea sobre biocombustibles. El sector petrolífero está de acuerdo en implantar este certificado. Solo pedimos que sea el mismo sistema homogéneo para toda Europa.
Sin embargo, a los combustibles fósiles no se les exige ese criterio de sostenibilidad.
Hay que demostrar que los biocarburantres sustitutivos de los fósiles reducen emisiones de una forma sostenible, ya que si no lo hacen, si la seguridad de suministro no queda garantizada y si encima son más caros de producir ¿Qué sentido tendría la sustitución? El sector petrolero está sometido a una legislación ambiental muy exigente, con respecto a las emisiones de CO2 incluidas en la directiva del comercio de emisiones. Además, existen una serie de exigencias en cuanto a contenido de azufre, NOX, COV, partículas y otros compuestos que están obligadas a cumplir y que ha supuesto una reducción de emisiones enorme en los últimos años.