La empresa ha desarrollado un método para controlar la corrosión de sustancias que de otro modo serían altamente corrosivas. Respaldado por una inversión de unos 12 millones de euros procedentes de sus actuales accionistas, Seaborg ha lanzado una empresa hermana, Hyme Energy ApS, para comercializar soluciones para el almacenamiento energético. Su objetivo es construir una planta piloto en los próximos 18 meses, y esperan que la primera instalación comercial esté en operación dentro de tres años.
“Nuestra misión en Hyme es llevar el almacenamiento de energía a gran escala con bajos coste para resolver los desafíos de la intermitencia de la energía solar y eólica. El almacenamiento de energía térmica puede ser clave para estabilizar la red, permitir un suministro constante de energía y acelerar el despliegue de la eólica y la solar ”, explica el CEO de Hyme y cofundador de Seaborg Ask Emil Løvschall-Jensen.
La tecnología de Hyme es un método de control químico que retiene la corrosión mediante hidróxido de sodio. Fue desarrollada por Seaborg pensando en un reactor nuclear compacto a base de sales fundidas. Con su nuevo descubrimiento Hyme espera “poder reducir a la mitad el coste de las instalaciones de almacenamiento de energía a largo plazo y a gran escala, independientemente de las limitaciones geográficas”.
Tal y como apunta el CEO y cofundador de Seaborg, Troels Schönfeldt, “el almacenamiento de energía térmica con sales fundidas no es nuevo, pero como tecnología tiene dificultades comerciales debido al precio de las llamadas sales solares. Se ha investigado con muchas alternativas, pero normalmente ningún químico en su sano juicio vería una solución en algo tan corrosivo como el hidróxido de sodio. Sin embargo, en el desarrollo de nuestro reactor, necesitábamos utilizarlo”.
Según Troels Schönfeldt el descubrimiento les ha puesto “en un aprieto. Por un lado, no podíamos dejar de enfocarnos en nuestra misión centrada en el reactor compacto de sales fundidas pensando en llevar energía a regiones que no tienen acceso a ella y tampoco cuentan con recursos renovables. Pero tampoco podíamos dejar pasar esta oportunidad. Por eso decidimos establecer una compañía hermana enfocada únicamente en el desarrollo de un sistema innovador de almacenamiento a muy bajo coste y gran capacidad. La ciencia exige que utilicemos todas las herramientas en nuestras manos para combatir el cambio climático”.
Ask Emil Løvschall-Jensen añade que “buscamos la comercialización de hidróxidos de sodio como componente clave en almacenamiento de energía, y lo estamos haciendo a través de una empresa distinta, Hyme, para aprovechar las sinergias que surgen con Seaborg. Juntos, podemos seguir siendo pioneros en desarrollo de materiales y control químico para sales fundidas a alta temperatura”.
El tamaño de una casa
El hidróxido de sodio fundido cuenta con una “excelente capacidad de almacenar grandes cantidades de calor. Una instalación que produce 1 GWh podría almacenar con hidróxidos de sodio energía suficiente para abastecer 100.000 hogares con electricidad y calentar durante diez horas y no requiere más espacio que el de una casa familiar”, explican los responsables de Hyme.
Gráfico del sistema de almacenamiento. Kirt x Thomsen
El hidróxido de sodio es una sustancia producida a partir de agua de mar como subproducto de la producción de cloro y cuesta alrededor de una sexta parte del precio de las sales utilizadas actualmente para almacenamiento. Además, los hidróxidos pueden contener más calor por unidad de sal, haciéndolo más eficiente y reduciendo la cantidad de sal necesaria en comparación con las sales que se utilizan hoy. “Lo que podría abaratar el coste de estas nuevas sales aproximadamente en un 90%”. Por lo que Hyme estima que “podría llegar reducir a la mitad el coste de los sistemas de almacenamiento si empleara estas nuevas sales”. Esos nuevos sistemas podrían construirse a diferente escala, en función de las necesidades.
El habilitador tecnológico clave es el control químico que limita la corrosión de materiales estructurales en contacto con la sal fundida. El control de la química es desarrollado por Seaborg. Hyme, cuyo nombre obedece a las siglas de hidróxido y melt (derretir), ha obtenido los derechos para desarrollar el concepto desde el actual nivel de laboratorio y comercializarlo a un nivel global.
Según la Agencia Internacional de Energías Renovables (Irena), si queremos cumplir con los objetivos climáticos del Acuerdo de París, el mundo necesita triplicar la capacidad total de almacenamiento de energía térmica que actualmente es alrededor de 230 GW a más de 800 GW en el año 2030.