Trumpf ha desarrollado un sistema láser -explican desde la empresa- que corta las baterías usadas de forma segura "y extrae las valiosas materias primas de la lámina de la batería", de modo que "por primera vez, los fabricantes de automóviles y baterías pueden reciclar a escala industrial las baterías usadas o defectuosas de los coches eléctricos". Según el director general de Tecnología Láser de Trumpf, Hagen Zimer, su empresa ha echado mano de su amplia experiencia en soldadura y corte por láser para la producción de baterías de coches eléctricos y ha desarrollado esta solución de reciclaje, que presentará en la feria de tecnología de baterías Battery Show Europe 2024, en Stuttgart. "Llevamos años trabajando con los principales fabricantes de automóviles y baterías, y hemos incorporado esta experiencia en el desarrollo de los nuevos procesos".
La industria emplea valiosas materias primas, como el cobalto, litio o níquel, para fabricar sus baterías. En muchos casos, trabajando con proveedores y cadenas de suministro "largas e inciertas". La extracción de esas materias primas una vez ha concluido la vida útil de las baterías es además "costosa -apuntan desde Trumpf- y no siempre sostenible". Y, por fin, para acabar de dibujar el escenario, la Unión Europea exige una tasa de reciclaje de hasta el 90% para las baterías. “Por lo tanto -apunta Alexander Sauer, jefe del Instituto Fraunhofer de Ingeniería de Producción y Automatización IPA-, la industria tiene que reciclar a gran escala, o sea, que el mercado para los procesos láser de reciclaje de baterías, que está surgiendo actualmente, es enorme”. Solo en Europa -estima Trumpf-, la industria tendrá que reciclar 570.000 toneladas de material de baterías anualmente a partir de 2030.
Los láseres aseguran altas tasas de reciclaje
Los electrodos de las nuevas pilas se crean como tiras de lámina recubiertas de materiales valiosos como el cobalto y el níquel. Pues bien -asegura Trumpf-, en una futura planta de reciclado, "los procesos láser pueden eliminar la fina capa de la lámina. Los fabricantes pueden recoger el valioso polvo y procesarlo para nuevos revestimientos. Hasta ahora, no era raro que kilómetros de láminas recubiertas acabaran como desechos en la basura".
En el futuro -adelantan desde la compañía-, la tecnología láser también podría usarse para reciclar paquetes de baterías
"La tecnología láser es la única forma de asegurar un desmantelamiento eficiente y automatizado, por ejemplo, para quitar las cubiertas de las baterías o cortar cables. Luego -añaden desde Trumpf-, las materias primas pueden ser clasificadas y las celdas de batería que aún son utilizables pueden ser separadas y reutilizadas directamente".
Hasta ahora -advierte la compañía-, el desmantelamiento de baterías de coches eléctricos ha sido un proceso manual. Es laborioso, lento y, a veces, peligroso para los trabajadores.
Credenciales
Trumpf es una empresa que ofrece soluciones de fabricación en los campos de las máquinas herramienta y la tecnología láser. La empresa impulsa la conectividad digital en la fabricación a través de consultoría, productos de plataforma y software. Según su perfil corporativo, en el bienio 2022/23, la empresa empleó a unas 18.400 personas y generó unas ventas de unos 5.400 millones de euros. El Grupo Trumpf, que cuenta con más de ochenta empresas, está representado en casi todos los países europeos, así como en Norteamérica, Suramérica y Asia. La empresa cuenta con centros de producción en Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Austria, Suiza, Polonia, República Checa, Estados Unidos, México y China.