Los beneficiarios de las ayudas se distribuyen por nueve comunidades autónomas, con Castilla-La Mancha y Extremadura como territorios con más potencia (632,4 MW) y mayor porcentaje de ayuda (95,4 millones). Este gran número de proyectos demuestra el elevado interés del sector por el almacenamiento para otorgar flexibilidad y adaptabilidad al sistema eléctrico, ya que los 36 proyectos movilizarán 570 millones de euros en inversiones. Un interés que ha sobrepasado el presupuesto disponible, ya que a la convocatoria han concurrido 266 expedientes cuyas solicitudes de subvenciones multiplicaban por siete el monto disponible.
Almacenamiento conectado a instalaciones renovables
La mayoría de los proyectos beneficiarios de las ayudas se orientan a incorporar o reforzar la capacidad de almacenamiento en instalaciones de generación eólica o fotovoltaica mediante tecnología electroquímica. Se localizan en 27 municipios de nueve comunidades autónomas: Andalucía, Aragón, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Galicia, Islas Baleares, Navarra, Castilla-La Mancha y Extremadura. Además, el 75% de los proyectos -27 iniciativas, tres de cada cuatro– están ubicados en áreas de reto demográfico o transición justa.
El almacenamiento, el santo Grial de la transición energética
El almacenamiento es una tecnología fundamental para garantizar un sistema eléctrico 100% renovable en 2050. Al término de 2023 casi el 51% de la electricidad generada en España ya es de origen renovable. Por ello, el Gobierno impulsó el Perte de energías renovables, hidrógeno renovable y almacenamiento (EHRA), el cuarto de los proyectos estratégicos del Plan de Recuperación Transformación y Resiliecia, que promueve el desarrollo tecnológico, el conocimiento, las capacidades industriales y los nuevos modelos de negocio que refuercen la posición del liderazgo de España en el campo de las energías limpias. Este plan movilizará una inversión superior a los 16.300 millones, entre aportaciones del Plan de Recuperación y fondos privados.
Además, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) establece que casi un 40% de las inversiones se destinarán a la transición ecológica. Con el perte renovable se quiere apuntalar las áreas asociadas a la transición energética en la que España está bien posicionada, como las energías renovables, la electrónica de potencia, el almacenamiento o el hidrógeno renovable, y reforzar aquellas con menor presencia.
De forma paralela a esta convocatoria de ayudas para proyectos innovadores de almacenamiento energético hibridado con instalaciones renovables, el Perte ERHA incluye otras tres líneas de ayudas dirigidas a activar proyectos innovadores y nuevos modelos de negocio vinculados al almacenamiento, entre ellas las relativas al almacenamiento eléctrico independiente, térmico y de bombeo reversible, por un total de 446 millones. A ellas se suman los programas de ayudas sobre autoconsumo y fomento de renovables en territorios insulares, ya resueltas, que apuestan por el almacenamiento como tecnología subvencionable clave.