Las nuevas baterías de tecnología de níquel de Saft incluyen modelos SPH para proporcionar potencia de partida para el arranque de motores diésel, así como baterías SBM para proporcionar energía de respaldo para sistemas de comunicación, navegación e iluminación de emergencia. Sustituyen a las baterías originales H y M Nife instaladas entre 1983 y 1986 para el constructor naval finlandés Wärtsilä en nombre de la Unión Soviética.
"Una energía fiable es esencial para ayudar a los rompehielos a proteger la navegación durante todo el año a Azov, Rostov del Don y Taganrog. Estos puertos son importantes vías de entrada entre las regiones industriales de Rusia, el Mar Negro y el Mar Mediterráneo", indica Saft en un comunicado. Los 35 buques rompehielos de Rosmorport abren rutas a través del hielo y escoltan caravanas de embarcaciones a unas distancias de hasta 210 millas náuticas entre noviembre y abril. La empresa posee la flota de rompehielos más grande del mundo, realizando 10.000 escoltas cada año.
Desafío superado
En esta zona del globo, el frío viento hace que las temperaturas puedan descender por debajo de -30 ̊C y los espesores de hielo alcancen de 40 a 80 cm debido a la poca profundidad y baja salinidad del Mar de Azov. Por lo tanto, las baterías deben resistir temperaturas extremadamente bajas, así como el choque y la vibración de las condiciones de rompehielos y tormentas.
Todo ello fue superado satisfactoriamente por las baterías anteriores. La nuevas que suministra ahora Saft difieren ligeramente en el tamaño y la forma de las anteriores, por lo que los expertos de la oficina de Saft en Moscú han estado trabajando en estrecha colaboración con los técnicos de los buques rompehielos en una fase previa para identificar nuevas ubicaciones para las baterías, según indica la compañía.