Aunque se están invirtiendo miles de millones en el sector de las baterías, y Europa está preparada para tener suficientes baterías para alimentar más del 90% de las ventas de vehículos nuevos en 2030, una desaceleración de las ventas de estos vehículos pondría en peligro la posibilidad de que la UE se convierta en el líder mundial de una de las tecnologías clave del siglo XXI, según el análisis de T&E.
El creciente mercado europeo de los vehículos eléctricos ha dado lugar a planes para 38 gigafábricas de baterías, que suman más de 1.000 gWh de producción y casi 40.000 millones de euros de inversión. Sin embargo, de acuerdo con T&E, "las débiles normas de CO2 entre 2022 y 2029 dan a los fabricantes de automóviles pocos incentivos para aumentar las ventas de coches eléctricos hasta 2030". La organización señala que "esto hará que más de la mitad de la producción prevista no tenga mercado. Se trata de una oportunidad perdida para impulsar la economía europea y asegurar miles de puestos de trabajo cualificados".
En palabras de Julia Poliscanova, directora sénior de vehículos y movilidad, "la industria de las baterías está respondiendo con éxito a las ambiciones de movilidad eléctrica de Europa, pero los responsables políticos de la UE no están proporcionando seguridad normativa ni garantizando un mercado adecuado para los vehículos eléctricos. La UE y el Reino Unido deben elevar las normas de CO2 a lo largo de la década para evitar el desperdicio de miles de millones de inversiones y el descarrilamiento del boom de las baterías."
Más producción que demanda
La producción de baterías prevista podría ser casi tres veces superior a la demanda mínima en 2025-2030, según el análisis de T&E. Con la normativa actual, la demanda de baterías será de apenas 174 GWh en 2025, y aumentará a 485 GWh en 2030, cuando entre en vigor una norma de CO2 más ambiciosa. Esta cifra es muy inferior a los 462 GWh de capacidad de baterías previstos para 2025, que aumentarán a 1.144 GWh en 2030. Gran parte del exceso de oferta de baterías puede resolverse aumentando el objetivo de reducción de CO2 de 2025 al 25% y fijando un objetivo adicional del -40% para 2027, afirman desde T&E.
Hasta la fecha, 17 de las 38 gigafábricas previstas han conseguido financiación completa, por valor de 25.500 millones de euros. Otros diez proyectos han conseguido financiación parcial, entre ellos muchos que son clave para la autonomía de las baterías en Europa, como Basquevolt-Nabatt en España, Italvolt en Italia, Freyr en Noruega y Britishvolt en el Reino Unido. Recientemente se han anunciado otros 11 proyectos -entre los que se encuentran las cuatro gigafábricas de Volkswagen-, pero aún no hay datos disponibles. de baterías predominantemente europeos.
"Aunque unos objetivos más elevados asegurarían las inversiones hoy en día, conseguir y mantener el liderazgo mundial es algo mucho más importante. La fabricación de baterías es la parte más valiosa de la cadena de suministro de vehículos eléctricos y, dado que China y Estados Unidos también están invirtiendo grandes cantidades de dinero en la fabricación de baterías, las inversiones desperdiciadas por Europa en esta década no serán nada comparadas con la oportunidad perdida en este siglo", concluye Julia Poliscanov .
Se espera que la UE proponga nuevos objetivos de CO2 para coches y furgonetas en julio. T&E recomienda que se aumente el objetivo de 2025 y se establezca un objetivo vinculante adicional para 2027. Según el think-tank todos los motores de los coches de gasolina y diésel deberían ser eliminados a más tardar en 2035.