El Ministerio abrió en abril el proceso de consulta pública previa de la Estrategia de Almacenamiento. La consulta planteada por el departamento de Ribera incluía 14 preguntas, a las que han contestado 86 entidades, la mayoría de ellas, empresas y asociaciones empresariales, vinculadas fundamentalmente a los sectores de la energía, la industria y el transporte. Además -informa el Ministerio-, se ha contado con la participación de Administraciones Públicas, en su mayor parte Ayuntamientos, entidades vinculadas con la I+D+i y particulares. A partir de todo ello (y de sus recursos propios, lógicamente), el Ministerio ha alumbrado el borrador de Estrategia de Almacenamiento Energético que abre ahora a consulta pública. La Estrategia aborda el análisis técnico de las distintas tecnologías y soluciones para el almacenamiento de energía, la diagnosis de los retos actuales que enfrenta su despliegue, el análisis de su cadena de valor para establecer las herramientas necesarias para reforzar la competitividad de la industria nacional, las líneas de acción para avanzar en el cumplimiento de los objetivos previstos y las oportunidades que supone el almacenamiento para el sistema energético y para el país.
El borrador recoge todos los sistemas de almacenamiento de energía y los caracteriza. Así: los mecánicos (como las centrales hidráulicas de bombeo o los volantes de inercia); los electroquímicos (como las baterías); los químicos (como el hidrógeno, el amoníaco, el metanol o los combustibles sintéticos); los sistemas de almacenamiento de energía térmica (como las sales fundidas de las centrales termosolares: "para altas temperaturas -dice el Ministerio-, el fluido más habitual son las sales fundidas por su excelente relación entre la capacidad de almacenamiento y el coste"); y los eléctricos (como los súpercondensadores y/o los imanes súperconductores).
En su borrador, el Ministerio solo considera "muy maduras" tres tecnologías cuya capacidad energética va más alla del gigavatio (mil megavatios): el bombeo, el aire comprimido; y las sales fundidas, que funcionan ya en muchas centrales termosolares españolas. El Ministerio destaca en su borrador que "se prevé un importante crecimiento de esta tecnología por su potencial en cuanto a servicios que puede aportar" y apuesta por aprovechar "el liderazgo de España en almacenamiento térmico renovable para mejorar la gestionabilidad del sistema eléctico y reducir vertidos renovables".
Borrador de la Estrategia de Almacenamiento: «España ya cuenta con un gran liderazgo en diversas tecnologías de almacenamiento, entre las que se encuentra el almacenamiento térmico, producto del gran desarrollo y nivel de madurez alcanzado en dicha tecnología en las plantas termosolares españolas, la electrónica de potencia, las centrales de bombeo convencionales o las más innovadoras Centrales Depuradoras Reversibles en antiguas minas, entre otras tecnologías»
«Las necesidades mínimas de almacenamiento para España, derivadas de los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 y del borrador de la Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo (ELP) 2050 se han cuantificado en esta estrategia, pasando de los 8,3 GW disponibles en la actualidad a un valor de alrededor de 20 GW en 2030 y 30 GW en 2050 de potencia de almacenamiento total disponible en ese año. Esta cuantificación incluye el almacenamiento a gran escala diario y semanal, almacenamiento detrás del contador y almacenamiento estacional según el estado actual de la tecnología» [página 6 del borrador]
"Al objeto de recabar observaciones y contribuciones al documento final -informa el Ministerio-, se somete este borrador a consulta pública". El plazo para presentar alegaciones comienza hoy, viernes, 09 de octubre, y concluye el lunes, 09 de noviembre de 2020.
Consulta Pública del borrador de la Estrategia de Almacenamiento Energético