Según el estudio de BayWa r.e. y Censuswide, los encuestados españoles señalan la construcción de más sistemas de almacenamiento (22%), la solución de los problemas con la cadena de abastecimiento (20,5%) y la eliminación progresiva de los combustibles fósiles (20%) como factores más determinantes para impulsar la transición energética en 2024. Retos que comparten los más de 2.500 líderes empresariales encuestados de Alemania, Reino Unido, Italia y Francia, que coinciden en que la eliminación progresiva de los combustibles fósiles es la principal cuestión que debemos abordar este año (22 %), seguida de la construcción de más instalaciones de almacenamiento (elegida por el 21 %).
El estudio también señala que las empresas europeas están preparadas para contribuir a la transición hacia las energías renovables: el 80 % ya cuenta con una estrategia de energía verde, pero casi la mitad (48 %) de las empresas no ha hecho más que empezar por una serie de barreras como la disponibilidad de suministro e infraestructura de energía verde, la burocracia o el coste. En cuanto a los resultados españoles, el 78 % de los encuestados afirma que su organización ya ha puesto en marcha alguna estrategia de energía limpia, de las cuales el 41 % está en fase inicial, el 36 % es un proceso ya en marcha y el 18 % es un plan futuro.
Asimismo, el estudio también muestra que los participantes españoles son los más conscientes de la influencia del sector empresarial e industrial en el desarrollo de la transición energética: el 21 % cree que las principales responsables de que se lleve a cabo con éxito son las propias compañías, siendo el único país que las coloca en el primer lugar. Les siguen los municipios (17 %) y los gobiernos (17 %). Por su parte, preguntados por los principales desafíos para alcanzar los objetivos energéticos, los encuestados españoles señalan la falta de compromiso de directivos y personal de las empresas (2 7%), la falta de habilidades profesionales (26,5 %) y la insuficiente presión y compromiso por parte de los consumidores (26 %).
En cuanto a los líderes empresariales del total de países europeos que han participado en el estudio, los gobiernos nacionales (21 %) son los principales responsables de la transición ecológica, mientras que la responsabilidad adicional a escala europea la comparten en gran medida las organizaciones regionales, como la UE, (17 %), así como las empresas y los ciudadanos (16 % respectivamente). En cuanto a los factores que habrá que abordar en 2024, los líderes empresariales europeos coinciden en que la eliminación progresiva de los combustibles fósiles es la principal cuestión que debemos abordar este año (22 %), seguida de la construcción de más instalaciones de almacenamiento (elegida por el 21 %).
Resultados de la COP28
De entre todos los participantes en el estudio, los españoles son los que más optimistas se muestran con respecto a los avances que se puedan llevar a cabo en materia de sostenibilidad. De hecho, el 74 % cree que los acuerdos alcanzados durante la pasada COP28 servirán para acelerar la transición energética en nuestro país. Por su parte, dos tercios del resto de líderes (67 %) opinan que la COP28 ayudará a acelerar la transición a la energía limpia en sus respectivos países y el 13 % cree que la ralentizará. La opinión en torno a las consecuencias que tendrá la conferencia varía de forma considerable según los países. Así, en Alemania el 22 % cree que no tendrá una influencia significativa, mientras que, en Francia, el 17 % considera que frenará el cambio.
Matthias Taft, CEO de BayWa r.e.: "cuando se trata de lo que tenemos que abordar en 2024 para avanzar en la transición energética, la eliminación progresiva de los combustibles fósiles debe ser una prioridad absoluta. Para lograrlo, necesitamos una red de suministro de energía renovable más resistente y soluciones de almacenamiento sólidas. Las empresas están preparadas para la transición ecológica, pero la burocracia y la falta de disponibilidad de energía verde se interponen en su camino. Esto, unido a la tibieza del discurso que vimos en la COP28, deja más de una puerta abierta para la industria de los combustibles fósiles"