Los expertos dibujan un escenario con una disponibilidad limitada en el mercado de grandes cantidades de materias primas y materiales procesados, que actualmente están siendo importados desde Asia en su mayoría. En el proyecto Sinclair se trabaja, sin embargo, con materias primas abundantes, como son los residuos agrícolas. Esto repercute en una menor dependencia de otros países y en una reducción en el impacto medioambiental gracias a la revalorización de residuos.
También es fundamental alargar la vida útil de las baterías, y para ello hay que conocer y reproducir fielmente su comportamiento eléctrico. Desde el ITE explican que para lograr baterías de litio de alta potencia, la polarización total involucrada en las reacciones electroquímicas debe minimizarse. Estos fenómenos relacionados con las caídas de tensión que se producen durante ciclos de carga y descarga, limitan el rápido funcionamiento de las baterías de iones de litio y están estrechamente relacionados con la vida útil de la batería y su eficiencia de carga. Grandes polarizaciones dan lugar a pérdida de material activo, afectando sobre la degradación de batería y, en consecuencia, reduciendo la vida útil de la misma.
Los científicos del centro valenciano están investigando con el silicio sostenible, un elemento que se postula como un material excepcional en la fabricación de ánodos avanzados para baterías de ion litio debido a su extraordinaria capacidad de inserción de litio en el proceso de carga de una batería, obteniéndose un aumento significativo en la capacidad, ya que el grafito por si solo presenta ciertas limitaciones para su uso en baterías de nueva generación (alta energía/alto voltaje) debido a su limitada capacidad teórica.
El silicio es, además, el segundo elemento más abundante de la tierra y medioambientalmente inocuo y económico, pudiendo obtenerse de residuos provenientes, por ejemplo, de la caña común u otros residuos con contenido elevado de cenizas. Además, al ir acompañado de una matriz carbonosa, se facilita la conductividad eléctrica, se mitiga el volumen de expansión que se produce durante las etapas de ciclado de la batería y da lugar a un mejor rendimiento como ánodo en baterías.
Dentro del proyecto
Los objetivos marcados por este proyecto de obtención de ánodos basados en Si/C sostenible a partir de pirolisis de residuos son varios. Por un lado, se busca un aumento significativo de la capacidad de la batería al introducir el silicio en los ánodos convencionales de grafito. También se está evaluando el comportamiento, tanto electroquímico como térmico, de los ánodos de grafito y grafito-silicio mediante modelizado en elementos finitos. Este punto resulta especialmente interesante para el diseño de nuevos materiales, ya que permite que no sea necesario fabricar electrodos, sino que se puede reproducir su comportamiento mediante simulación.
El equipo investigador también trabaja en la simulación del comportamiento eléctrico de baterías de litio basado en la presencia de fenómenos de polarización que introducen caídas de potencial durante la carga y descarga, que están estrechamente relacionadas con la vida útil de la batería y la eficiencia de carga.
El desarrollo de estos nuevos materiales anódicos sostenibles (carbones y silicio) a partir de materias primas abundantes reduce, además, las emisiones producidas por la quema de los residuos agrícolas y contribuye a la economía circular. Los nuevos ánodos podrán ser incorporados en baterías fabricadas a partir de nuevos materiales sostenibles permitiendo el desarrollo de baterías más seguras y eficientes para su aplicación en medios de transporte con energías limpias.
Desde el ITE destacan, asimismo, el ahorro de costes que presenta, al tratarse de un proceso que requiere de temperaturas más moderadas que las usadas en otros proyectos de obtención de silicio. En cuanto al método de preparación de los electrodos, se va a emplear una técnica novedosa para esta aplicación como es la serigrafía, permitiendo más precisión en la deposición, ahorro de material y miniaturización del diseño.
Los resultados de los avances producidos por Sinclair podrían aplicarse en cualquier sector de almacenamiento, desde el diseño de materiales activos hasta la integración de estos en celdas o sistemas de baterías.