El éxito de China se debe a su gran demanda interna de baterías –72GWh– así como el control del 80% del refinado de materias primas del mundo, el 77% de la capacidad mundial para fabricar baterías y el 60% de la fabricación de componentes, según señalan los analistas de BNEF. Japón y Corea ocupan las posiciones segunda y tercera, respectivamente. A pesar de que ambos países son líderes en la fabricación de baterías y componentes, no tienen la misma influencia en el refinado y extracción de materias primas que China. Ahora bien, esta carencia la compensan en mayores puntuaciones ambientales y de RII (regulaciones, innovación e infraestructura) en comparación con China.
James Frith, jefe del equipo de almacenamiento de energía de BNEF, describe así la situación: "Se espera que China domine la industria dadas sus enormes inversiones y las políticas que ha implementado durante la última década. Los fabricantes chinos, como CATL, se han convertido de la nada en líderes mundiales en menos de diez años. La próxima década será particularmente interesante, ya que Europa y Estados Unidos intentan crear sus propios campeones en el sector de baterías para desafiar a los titulares asiáticos que ya están construyendo capacidad en ambos lugares. Europa está lanzando ya iniciativas para capturar más de la cadena de valor de materias primas, si bien la reacción de Estados Unidos ha sido más lenta".
Cinco aspectos clave
En su ranking, BNEF ofrece un panorama respecto a la posición que ocupan los países en 2020 y cómo es previsible que estén en 2025, según su trayectoria actual de desarrollo y teniendo en cuenta cinco temas clave relacionados con la cadena de suministro: materias primas, fabricación de células y componentes, el medio ambiente, RII y la demanda final (de vehículos eléctricos y almacenamiento estacionario).
Desde BMEF explican que a medida que crece la demanda de los vehículos eléctricos, también crece la necesidad de tener instalaciones manufactureras de baterías cercanas a la producción automotriz. Esto ha llevado a un auge en las plantas de células en Europa, donde también está avanzando el resto de la cadena de suministro. La creciente industria dentro de la región y las fuertes credenciales ambientales que tiene Europa han llevado a cinco países europeos a ocupar posiciones muy destacadas en 2020. Se trata de Alemania (puesto 4), Reino Unido (7), Finlandia, Francia (ambos en el 8) y Suecia (10).
Cara a la posición que ocuparán en 2025, BNEF analiza también si un país está promulgando políticas y regulaciones específicas, lo que le permitirá mejorar su posición. En esta sentido, señala que aunque "Estados Unidos languidece en sexto lugar en 2020, las próximas elecciones presidenciales podrían cambiar la situación. Si Estados Unidos aumentara su inversión en materias primas y promoviera la adopción de vehículos eléctricos, podría superar a Japón y China para ocupar el primer lugar en 2025. Por el contrario, el Reino Unido podría ver caer su posición en 2025 si se vuelve incapaz de acceder a la gran demanda en Europa continental, que, a 152GWh, será alrededor de cinco veces el tamaño de su mercado nacional".
Sophie Lu, jefa del equipo de metales y minería de BloombergNEF, destaca que "una preocupación clave de muchos países productores de materias primas es cómo aprovechar la riqueza de los recursos para agregar más valor y atraer más inversiones posteriores, por ejemplo en la fabricación de baterías. Los factores clave que tienen en cuenta son la huella ambiental de la industria, la disponibilidad de electricidad barata pero limpia, una fuerza laboral con la preparación técnica necesaria e incentivos que impulsan la demanda de baterías. Estos factores pueden ser más importantes que un monopolio sobre un metal crítico específico".
Sostenibilidad, cada vez más importante
En BNEF ponen el acento en que la sostenibilidad y las emisiones de carbono asociadas con la cadena de suministro son de creciente importancia. "Es vital asegurarse de que la electricidad que se use en el procesamiento de materiales y la fabricación de células de baterías sea baja en carbono", señalan. "En esta categoría, destaca Francia, ayudada por sus bajas emisiones de carbono en sus redes eléctricas. La introducción de los impuestos fronterizos de carbono, una propuesta de la Comisión Europea y de Joe Biden, el candidato presidencial demócrata de EEUU, podría ayudar a las regiones o países a asegurar sus cadenas de suministro localizadas", añaden.
RII: regulaciones, innovación e infraestructura