Las celdas de las baterías de iones de litio fabricadas en China son al menos un 20 % más baratas que en Europa, mientras que Estados Unidos también está atrayendo inversiones en baterías mediante generosas subvenciones. El análisis que acaba de publicar Transport & Environment (T&E) señala la necesidad de medidas industriales -como subvenciones para la fabricación limpia y circular y objetivos "Made in EU"- para atraer la producción local de pilas: "en comparación con Estados Unidos y China, la Unión Europea tiene actualmente los aranceles más bajos para las pilas". En palabras de Julia Poliscanova, directora de vehículos de T&E: "China va por delante y sus empresas estatales tienen un enorme exceso de capacidad. Si de verdad queremos una cadena de suministro de baterías diversa y resistente en Europa, tenemos que apostar por ella ahora mismo. No vamos a tener una segunda oportunidad".
El informe también pone de relevancia que el 19,5 % de los vehículos eléctricos vendidos en Europa el año pasado se fabricaron en China, es decir, 300.000 unidades, y se prevé que esta cifra alcance el 25 % en 2024. Por ejemplo, en Francia y España, casi uno de cada tres BEV vendidos en 2023 se fabricó en China. A pesar de estos datos y de que más de la mitad proceden de fabricantes occidentales (Tesla importó el 28 % fabricados en China, y Dacia otro 20 %), las marcas autóctonas chinas se están poniendo rápidamente al día: del 0,4% del mercado en 2019 al 7,9% en 2023. T&E prevé que marcas como BYD, MG y otras podrían alcanzar el 20% del mercado de BEV en 2027. Para Transport & Environment, la única forma de que los fabricantes europeos compitan con las marcas chinas es aumentar la producción de coches eléctricos para el mercado de masas e invertir en la cadena europea de suministro de baterías.
En relación a esto, el aumento al 25 % de los aranceles de la Unión Europea sobre todas las importaciones de vehículos procedentes de China encarecería las berlinas y todoterrenos de tamaño medio frente a sus equivalentes europeos, lo que favorecería la fabricación en la UE, frente a los SUV compactos y los coches más grandes importados de China que seguirían siendo ligeramente más baratos con ese arancel. "La UE no debería proteger a sus fabricantes de automóviles de una competencia significativa, lo que limitaría la oferta de coches eléctricos asequibles para los europeos. Es crucial que una tarifa más alta vaya acompañada de un impulso normativo", señalan desde T&E.
Julia Poliscanova, directora de vehículos de T&E: "los aranceles obligarán a los fabricantes de automóviles a localizar la producción de vehículos eléctricos en Europa, y eso es bueno porque queremos esos puestos de trabajo y esas cualificaciones. Pero los aranceles no protegerán durante mucho tiempo a los fabricantes de automóviles tradicionales. Las empresas chinas construirán fábricas en Europa y, cuando eso ocurra, nuestra industria automovilística tiene que estar preparada"