La línea de ayudas "a proyectos innovadores de almacenamiento energético" se encuadra en el Componente 8 del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), y, en particular, en su Inversión 1. Según el Ministerio, esa línea será abierta con el lanzamiento de una convocatoria de ayudas dotada con 25 millones de euros, si bien podrá alcanzar los 150 millones: "el monto total del presupuesto se determinará en función de la diversidad de costes de las tecnologías de almacenamiento en estadios tempranos de madurez, así como del apetito inversor que se revele en las convocatorias". El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) se encargará de gestionar las ayudas, que buscan incentivar "proyectos innovadores de relevancia tecnológica para avanzar notablemente en el campo del almacenamiento".
Las ayudas serán otorgadas en régimen de concurrencia competitiva y recalarán en dos ámbitos de la I+D+i
Por un lado -informa el Ministerio, iniciativas de investigación industrial, que podrían comprender la creación de componentes de sistemas complejos y pueden incluir la construcción de prototipos en un entorno de laboratorio y, por otro, actividades de desarrollo experimental, que pueden incluir el desarrollo de prototipos o proyectos piloto que puedan utilizarse comercialmente. Será necesario que los proyectos estén finalizados antes de junio de 2026 y que respeten el principio de “no causar un daño significativo”. Las ayudas cubrirán entre un 25% y un 80% de la inversión, hasta el límite especificado en el Reglamento General de Exención por Categorías por empresa y proyecto, dependiendo del tamaño de la empresa, las necesidades del proyecto y la existencia de difusión del conocimiento. "No obstante -matizan desde el Ministerio-, se valorará positivamente la reducción del porcentaje de ayuda solicitada".
Criterios de valoración
El Ministerio tendrá en cuenta a la hora de adjudicar sus ayudas unos criterios de valoración, según la puntuación obtenida, siempre que se obtenga un mínimo en cada apartado, hasta agotar el presupuesto. Los criterios y su ponderación son:
• Eficiencia en costes de la tecnología: se valorará un menor coste unitario de la tecnología.
• Características técnicas habilitadoras para la integración de renovables: se valorarán las características que doten de estabilidad a la red.
• Escalabilidad tecnológica y potencial de mercado: se valorará que la tecnología propuesta pueda ser escalable, prestando particular atención a la garantía de suministro de materias primas críticas.
• Financiación privada: el Ministerio valorará positivamente la provisión de una mayor financiación privada en el proyecto por cada euro de financiación pública.
• Viabilidad del proyecto: entre otros, se valorará positivamente una finalización temprana del proyecto.
• Externalidades: el Ministerio valorará positivamente la creación de empleo, la contribución al reto demográfico y a la transición justa, la participación de pymes, entre otros.
El departamento de Transición Ecológica y Reto Demográfico considera que el despliegue del almacenamiento es clave "para dar flexibilidad al sistema energético y, por tanto, mejorar la integración de las energías renovables, tal y como recogen el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030, la Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo (ELP) y la Estrategia de Almacenamiento Energético, que estima las necesidades de almacenamiento en veinte gigavatios (20 GW) para el año 2030". El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia tiene como objetivo la instalación de seiscientos megavatios (600 MW) de almacenamiento energético a través de las distintas líneas de apoyo.
El proyecto de orden ministerial puede consultarse aquí.
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