El trabajo, cuyos resultados han sido publicados en Science Direct, está siendo realizado por investigadores de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería y Diseño Industrial (ETSIDI) de la UPM y tiene como fin último impulsar la penetración de las renovables en España.
En este sentido, Irene Donoso Martín, una de las investigadoras del grupo, señala que “el almacenamiento de energía mediante aire líquido o LAES (Liquid Air Energy Storage) es una tecnología prometedora para equilibrar la oferta y la demanda de electricidad. Además de favorecer la penetración de las renovables, mejora su eficiencia al aprovechar excesos y reduce el impacto ambiental que supone la generación de energía eléctrica.”
El ciclo LAES consta de dos fases, la correspondiente al almacenamiento (carga) y la posterior de recuperación de energía (descarga). En la fase de carga, la energía extraída de fuentes renovables se utiliza para licuar aire atmosférico que será almacenado a –190º C en un depósito aislado térmicamente. En la fase de descarga, parte de la energía almacenada es recuperada evaporando el aire y expandiéndolo en varias turbinas.
Para incrementar la eficiencia del proceso de carga y descarga (y, en definitiva, del ciclo) se recupera, por un lado, parte del frío cedido por el aire en su proceso de evaporación. Este se almacena en un depósito con lecho compacto de rocas para ser utilizado más tarde en el proceso de enfriamiento del aire comprimido. Por otro lado, se aprovecha el calor extraído en la compresión mediante un aceite térmico que será utilizado más adelante para recalentar el aire antes de turbinarlo.
Ventajas frente a otras tecnologías
Frente a otras tecnologías de almacenamiento de energía, LAES presenta ventajas, como su elevada densidad energética (energía almacenada por unidad de volumen) y su escalabilidad. Además, a diferencia del almacenamiento de energía por bombeo hidráulico y por aire comprimido, LAES no tiene restricciones geográficas ni ambientales; y permite almacenar más energía que las baterías.
Según el estudio realizado, los costes estimados de la electricidad y del almacenamiento son de 150 €/MWh y 50 €/MWh, respectivamente. “La tecnología LAES resulta una alternativa competitiva frente a otras, como las de bombeo hidráulico y aire comprimido. “Esperamos que los resultados de esta investigación tengan un impacto socio-económico que impulse el desarrollo de esta tecnología para mitigar los efectos del calentamiento global y la creación de nuevos puestos de trabajo en la industria energética”, concluyen los investigadores.
El Reino Unido cuenta ya con una planta de almacenamiento de energía renovable en aire líquido a escala de red, la primera del mundo. Está situada en Pilsworth y es propiedad de la compañía Highview Power.