La participación de la división Building Technologies de Siemens ha sido fundamental a la hora de obtener este certificado internacional que reconoce las estrategias encaminadas a aumentar la sostenibilidad en edificios de todo tipo. De hecho, la implantación por parte de la empresa alemana de un sistema de control y monitorización de energía (EMCS) ha permitido agilizar las operaciones y el control de los equipos de calefacción, ventilación y aire acondicionado en todo el complejo y junto a las auditorías y la instalación de sensores ha llevado al edificio a cumplir con los requisitos Leed exigidos.
En estos momentos, el consumo de energía de toda la instalación se sitúa un 30% por debajo de la media de los edificios de este tipo, lo que supone un ahorro en la factura eléctrica de unos 490.000 euros al año y unos 4,8 millones de Kw/h. Asimismo, se ahorran unas 28.000 toneladas métricas de agua al año y se evitan unas emisiones de CO2 que superan las 2.995 toneladas anuales.
Taipei 101 cuenta en estos momentos con el mayor sistema de distribución de toda Asia, capaz de controlar mediante 3.400 terminales distribuidas por todo el edificio la temperatura y la climatización y de minimizar el consumo eléctrico y el impacto medioambiental. Este sistema permite, entre otras cosas, aprovechar la bajada de la temperatura nocturna para producir hielo y reducir la demanda de refrigeración durante el día.
Iluminación inteligente
En el campo de la iluminación, la demótica juega un papel importante con un sistema compuesto por 125.000 lámparas fluorescentes, 3.800 bombillas de ahorro energético y 2.400 lámparas halógenas controladas automáticamente que, para incrementar el ahorro, interactúan con el sistema de volumen de aire, por lo que cuando la estancia no está habitada, el aire acondicionado y el sistema de iluminación se apagan automáticamente.
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