El plan -que ha sido definido como una "estrategia para la transición energética en Pamplona"- fue presentado ayer en rueda de prensa por el concejal delegado de Ecología Urbana y Movilidad, Armando Cuenca (Aranzadi-Pamplona en Común), y el director del servicio de Energía Verde, Joël Dozzi (Equo). Según el Ayuntamiento, los principales ejes de intervención de este Plan son "la municipalización de servicios energéticos, la producción de energías renovables desde lo público y privado, la reducción de la demanda de energía a través del ahorro y eficiencia energética, la lucha contra la pobreza energética y la implicación social". La ejecución de las medidas contempladas en este plan -informa el Ayuntamiento- implicaría, según los cálculos del área de Ecología Urbana, una inversión de 926.250 euros a lo largo de dos años, 2018 y 2019.
Medidas para la transición energética
El Plan de Acción propuesto contempla 22 medidas repartidas en seis ejes, con un cronograma de desarrollo de dos años, hasta finales de 2019. Durante el primer año, 2018, además del "proyecto de comercializadora municipal de energía eléctrica", se van a priorizar "medidas relativas a la generación de energías renovables, a la formación, la pobreza energética y la normativa municipal". Así, siete de las medidas del Plan de Acción están orientadas al aumento de la producción de energías renovables e impulso del autoconsumo. En concreto, el Ayuntamiento quiere priorizar el autoconsumo de energía solar en edificios municipales "y se van a estudiar opciones de autoconsumo compartido en edificios municipales".
Para el fomento del autoconsumo privado, el Ayuntamiento plantea cinco medidas, entre las que se encuentra una línea de ayudas para instalaciones fotovoltaicas "con el fin de dar un mayor acceso a la producción de energía solar desde viviendas particulares".
Sensibilización
El eje de formación y sensibilización engloba tres actuaciones que el plan sitúa como "pilares básicos" para el éxito del modelo propuesto. Según explican desde el Ayuntamiento de Pamplona, "la consecución de la soberanía energética está estrechamente vinculada a la participación social a través de la formación y sensibilización de las personas". El Plan considera que "la formación de las nuevas generaciones, de los técnicos municipales y del conjunto de la ciudadanía es primordial para la transformación energética en Pamplona".
El Plan de Acción Energética de Pamplona pretende así en primer lugar capitalizar los trabajos realizados hasta ahora en centros escolares y edificios municipales e implementar nuevas metodologías con la incorporación de las nuevas tecnologías: "se contempla, por ejemplo, desarrollar medidas formativas prácticas en centros escolares y edificios municipales que favorezcan el ahorro en los mismos como los proyectos 50/50, proyectos que deben su nombre a que la mitad del ahorro conseguido se invierte en nuevas medidas de eficiencia energética, mientras que la otra mitad se dedica, mediante subvenciones directas, a lo que decida colectivamente la comunidad educativa".
Además -explican desde el Ayuntamiento-, se seguirá apostando por "la formación a la ciudadanía a través de talleres de educación energética dirigidos a todas las familias de la ciudad" (este tipo de talleres comenzaron a impartirse en el último trimestre de 2017 y, según el Ayuntamiento, "pusieron de relieve el interés ciudadano por el tipo de energía que se consume y los impactos sobre el medio ambiente, así como por las formas de ahorro de energía, el precio y la factura de la electricidad").
Estrategia y legislación
El plan contempla tres medidas básicas estratégicas: la realización de un diagnóstico de situación interna de demanda de energía en la ciudad, la implementación de una herramienta de control energético municipal y el desarrollo de la estrategia, con la definición de objetivos, acciones, metas, recursos y seguimiento.
Paralelamente, el Plan contempla "un trabajo de análisis de la legislación actual a nivel local, regional, nacional y europeo relacionada con la energía, y la redacción de propuestas de máximos para tener unas exigencias legales a nivel local".
Asimismo, de forma específica, se marca como medida la "contratación pública responsable", lo que conllevará un análisis de los pliegos y la propuesta de incorporación de "cláusulas ambientales y sociales, además de exigencias legales a nivel local".
Según recoge el texto del Plan, "la transición hacia un nuevo modelo energético puede servir de catalizador para desarrollar una estrategia transversal y consolidada a escala de ciudad".