La Comisión Europea ajusta su política energética y climática con un nuevo paquete de medidas dentro del Fit to 55. Con el objetivo de continuar reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero y alcanzar la neutralidad climática en 2030 y 2050, las nuevas directrices señalan nuevas líneas en eficiencia energética para llegar a conseguir que todos los edificios europeos sean cero emisiones en 2050, ya que éstos son el mayor consumidor de energía de Europa: utilizan el 40% de la energía, consumen combustibles fósiles en su mayoría y generan el 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Por esto, la Comisión se ha propuesto alinear las normas para la eficiencia energética de los edificios con el Pacto Verde Europeo, y descarbonizar el parque de edificios de la Unión Europea para 2050. Con esta propuesta se pretende que en 2027 sean de emisión cero todos los edificios públicos nuevos; y que en 2030 lo sean todos los edificios nuevos. Este nuevo paquete de medidas defiende también que no deben concederse incentivos económicos para la instalación de calderas de combustibles fósiles a partir de 2027 y que los Estados miembros tendrán la posibilidad legal de prohibir el uso de combustibles fósiles en los edificios.
Kadri Simson, comisaria de Energía: "necesitamos hacer algo al respecto con urgencia, ya que más del 85% de los edificios actuales seguirán en pie en 2050, cuando Europa debe ser climáticamente neutra. La mejora de nuestras viviendas también es una respuesta eficaz a los altos precios de la energía: los edificios con peores resultados en la UE consumen muchas veces más energía que los nuevos o renovados adecuadamente. Y a menudo son los más vulnerables quienes viven en las casas menos eficientes y, por lo tanto, luchan por pagar las facturas. La renovación reduce tanto la huella energética de los edificios como los costes energéticos de los hogares, al tiempo que impulsa la actividad económica y la creación de empleo"
Además, este miércoles se ha presentado en Bruselas un "pasaporte de renovación" con el que los propietarios pueden planificar y renovar con mayor facilidad su edificio. Esta propuesta, por una parte, define los "estándares de cartera hipotecaria" como un mecanismo para incentivar a los prestamistas a mejorar el rendimiento energético de su cartera de edificios y alentar a los clientes potenciales a hacer que sus propiedades sean más eficientes energéticamente. Y, por otra parte, invita a los Estados miembros a incluir consideraciones de renovación en las normas de financiación pública y privada, así como a establecer los instrumentos adecuados, en particular para los hogares de bajos ingresos.
Frans Timmermans, vicepresidente ejecutivo del Pacto Verde Europeo: "estimular la rehabilitación de viviendas y otros edificios apoya la recuperación económica y crea nuevas oportunidades laborales. Además, esta rehabilitación conduce a una factura energética más baja y, al final, la inversión se amortiza. Al abordar los obstáculos para la renovación y proporcionar apoyo financiero para la inversión inicial necesaria, la propuesta de hoy sobre el rendimiento energético de los edificios tiene como objetivo impulsar la tasa de renovación energética en toda la Unión Europea. Su enfoque en los edificios con peor desempeño da prioridad a las renovaciones más rentables y ayuda a combatir la pobreza energética"
Certificado de rendimiento energético
Mientras, en lo que respecta a las renovaciones, se proponen nuevos patrones mínimos de rendimiento energético a nivel de la Unión Europea, que exigen que el 15% del parque de edificios de cada Estado miembro con el peor rendimiento pase del grado G del Certificado de rendimiento energético a al menos el grado F para 2027 para edificios no residenciales y 2030 para edificios residenciales. Este enfoque inicial en los edificios de menor rendimiento cumple el doble objetivo de maximizar el potencial de descarbonización y el alivio de la pobreza energética.
Los certificados de rendimiento energético proporcionan información públicamente disponible sobre el consumo de energía y son guías importantes para las decisiones de inversión, compra y alquiler. Con las propuestas de hoy, los Certificados de Rendimiento Energético serán más claros y contendrán una información más clara. Para 2025, todos los certificados deben basarse en una escala armonizada de A a G. La obligación de tener un certificado de eficiencia energética se extiende a:
• Los edificios en proceso de renovación
• Los edificios para los que se renueva un contrato de alquiler
• Todos los edificios públicos
• Los edificios o unidades de edificios que se ofrecen para la venta o alquiler. Además, todos los anuncios deberán indicar la clase de rendimiento energético.
Asimismo, los planes nacionales de renovación de edificios se integrarán completamente en los planes nacionales de energía y clima con el fin de garantizar los avances y establecer un vínculo directo con la financiación y la activación de las reformas e inversiones necesarias. Estos planes deberán incluir hojas de ruta para eliminar gradualmente los combustibles fósiles en calefacción y refrigeración para 2040 a más tardar, junto con un camino para conseguir un parque nacional de edificios cero emisiones para 2050.