Sentido común (ese que dicen que es el menos común de los sentidos), las cosas claras en la cabeza y los pies muy firmes en la tierra. La responsable de comunicación de la comercializadora Bulb, Sandra Manrique, ha aprovechado la efeméride de hoy -Día Mundial del Ahorro de Energía- para compartir con todos aquellos que los quieran compartir "diez sencillos consejos para mantener la temperatura en casa este invierno mientras ahorras y reduces tus emisiones de carbono". Lenguaje claro y directo; ejemplos concretos que le ponen a uno frente al espejo y consejos que rebosan sentido común y tanta sensatez como frescura. Son estos.
1. El tiempo lo es todo: mucha gente continúa trabajando desde casa y tener la calefacción encendida todo el día es muy tentador. Te recomendamos que si tienes un termostato o control individual de la calefacción, lo configures para que se encienda 30 minutos antes de despertarte y luego lo apagues un par de horas más tarde. De este modo, la casa se mantendrá caliente gracias al calor residual sin gastar de más.
2. Apaga la tele, enciende la imaginación: hace frío en la calle, está oscuro, y la opción de pasar más tiempo enfrente del televisor gana fuerza. ¿Sabías que una hora de Netflix consume 6,1 kilovatios hora de electricidad? Es la misma energía que consume una bombilla LED durante todo un mes. Así que, ¿por qué no recuperar antiguos pasatiempos como leer, pintar o aprender a tocar un instrumento? Además, si eres de los que trabaja desde casa, puedes salir a dar un paseo al finalizar tu jornada laboral, plan perfecto para desconectar y mantenerte en forma.
3. Invierte en un buen jersey: puede parecer simple, pero invertir en un jersey de punto grueso y de calidad te mantendrá caliente cuando estés parado en casa y no necesitarás abusar de la calefacción. Un jersey bien caliente te permitirá bajar hasta un grado el termostato y ahorrar hasta un 3% en tu factura.
4. Ahorra en tus duchas: teletrabajar supone tener más tiempo para prepararnos por las mañanas, ya no vamos justos de tiempo para coger el metro, y las duchas se alargan. De hecho, la ducha representa el 34% del consumo de agua en los hogares españoles. Esta rutina diaria no debería durar más de seis minutos, algo que solo cumple el 9% de los españoles (la mayoría las alarga más de diez minutos). Una ducha rápida por la mañana es la mejor opción para empezar el día sin desperdiciar agua.
5. Ilumínate con LED: anochece antes, y eso significa que necesitamos encender las luces antes y durante más tiempo. Instalar luces LED en casa marcará un antes y un después. Las bombillas LED no solo utilizan menos electricidad y emiten menos calor que las bombillas tradicionales, sino que su vida útil es mucho más larga y pueden superar las 50.000 horas de duración.
6. No pongas obstáculos: tener un sofá, una mesa, una cama o unas cortinas bloqueando un radiador minimiza el efecto de la calefacción, dado que el calor es absorbido por los muebles. Secar la ropa en el radiador puede tener el mismo efecto, por lo que necesitarás más energía para calentar la habitación. Y puede generar humedad adicional en el aire y condensación. Para resolver este dilema, ¿por qué no pruebas a redistribuir los muebles de tu habitación o salón para que el radiador quede libre? Así llegará el calor a toda la sala y, de paso, le darás un nuevo aire a la estancia.
7. Desenchufa para ahorrar: es muy importante desconectar los dispositivos al final del día. Algunos artículos electrónicos extraen electricidad de la toma de corriente, incluso cuando están apagados o en modo stand-by, por eso se les conoce como "vampiros eléctricos". Desenchufar los dispositivos (tu ordenador, por ejemplo) no solo te permitirá reducir tus facturas en 7,45 euros al año, sino también ahorrarle al planeta hasta 28,5 kilogramos de emisiones de CO2 cada año.
8. Enfría tus lavadoras: lavar la ropa a una temperatura más baja te ayudará a ahorrar energía y dinero. De hecho, configurar tu lavadora en el programa de 30 grados puede ahorrarte unos 5 céntimos en la factura por cada lavado.
9. Cámbiate a la energía verde: consumimos más energía en los meses de invierno por la calefacción y la iluminación. Por mucho que reduzcamos este consumo, la energía sigue siendo necesaria en casa, así que mejor que sea verde. Este pequeño cambio tiene un gran impacto en tus emisiones de carbono individuales y en la lucha contra el cambio climático. Por ejemplo, un hogar español que utiliza la electricidad verde de Bulb reduce su huella de carbono en 906 kilos de CO2 al año de media. Es la misma cantidad que 314 árboles pueden absorber. No está nada mal, ¿verdad?
10. Cierra la puerta: cerrar las puertas dentro de casa también ayudará a atrapar el calor en cada habitación, por lo que usarás menos energía para calentar espacios vacíos. Maximiza el aislamiento fabricando tu propio cojín aislante para las puertas para evitar que el calor escape por los marcos. Todo lo que necesitas es tela gruesa, un poco de arroz y una máquina de coser. Coge práctica y dale rienda suelta a tu creatividad. Puedes incluso regalárselo a un amigo en Navidad.