El informe lleva por título “Renewable Energy Jobs: Status, Prospects & Policies” y ha sido elaborado en colaboración con el Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible, bajo la coordinación de Hugo Lucas y Rabia Ferroukhi, ambos altos cargos de IRENA. El documento demuestra que la generación de electricidad a gran escala con energías renovables y el uso de los biocombustibles para el transporte llevan aparejados una gran variedad de puestos de trabajo, que difieren en función de las competencias requeridas y de acuerdo a cada tecnología.
Según dicho informe, para el año 2010 se habían comprometido 51 millones de dólares en forma de ayudas al estímulo de las energías renovables (PNUMA, SEFI y BNEF, 2010), y a principios de 2011 había 119 países con algún tipo de objetivos en renovables y/o sistemas de apoyo a estas fuentes (fee in tarif, cuotas obligatorias, tratamiento fiscal favorable, préstamos o subvenciones públicas, como REN21, 2011).
Muchos de estos planes de apoyo, subraya IRENA, ponen el acento precisamente en la creación de empleo. Actualmente, numerosos estados de todo el globo están diseñando nuevos planes de renovables con el objetivo de incidir en la generación de empleo, contribuir al desarrollo industrial y generar beneficios en determinadas áreas geográficas (IPCC, 2011).
Aunque la agencia advierte que los datos son incompletos, estima que en 2010 los puestos de trabajo relacionados con las renovables superaban los 3,5 millones en el mundo (REN21). De ellos, 630.000 estaban relacionados con la tecnología eólica; 350.000 con la solar fotovoltaica y en torno a 1,5 millones con los biocombustibles. La mayoría de los empleos se concentran en China, Brasil, Alemania, India y Estados Unidos. En algunos de ellos se reparte entre una amplia gama de tecnologías, mientras que en otros se concentra en una tecnología en particular, caso de la eólica en Dinamarca o el bioetanol en Brasil.
El estudio confirma, además, que las tecnologías renovables generan más puestos de trabajo que las basadas en fuentes fósiles, siendo la solar fotovoltaica la que emplea más número de trabajadores por GWh instalado y a lo largo de toda la vida útil de la instalación.
Solo el principio
“Las proyecciones indican que hay un gran potencial de creación de puestos de trabajo en el sector de las renovalbes”, indican los autores del informe. Sin embargo, el número de empleos que se creen dependerá de una serie de factores. “Los principales son el éxito del despliegue industrial, la política laboral, la capacidad para aprovechar los mercados de exportación y los efectos multiplicadores de la implementación de estas tecnologías en el resto de la economía ", dice IRENA.
La agencia añade que si la creación de empleo es uno de los motivos principales para el despliegue de las renovables, los gobiernos deben tener en cuenta los costes de oportunidad asociados y el equilibrio con los beneficios anticipados. E indica que las políticas para promover la creación de empleo deben ser formuladas teniendo en cuenta las circunstancias específicas de un país. La experiencia demuestra, subraya IRENA, que la creación de empleo es mayor cuando se actúa en la formación, educando en la adquisición de las habilidades necesarias para el desempeño de estos puestos de trabajo.
Orientaciones para los políticos
Este estudio proporciona información que puede ayudar a los políticos en la toma de decisiones., afirma IRENA. En primer lugar, reconoce que hace falta más información sobre el impacto neto del empleo asociado a un mayor despliegue de las renovables ya que los datos existentes proceden de estudios que, muchas veces, han utilizado la mismas fuentes y la muestra de países es, también, baja y no necesariamente comparable con otras economías.
Pese a ello, la agencia insiste en que todos los análisis reflejan una clara relación entre renovables y creación de empleo, si bien, hasta ahora, su creación se ha debida muchas veces a un traspaso de puestos de trabajo desde las energías convencionales a las limpias. Pero las oportunidades alcanzan toda la cadena de valor. Aunque los países que fabrican, desarrollan y exportan estas tecnologías son los que han creado más empleos, otros países sin industria local o de exportación también podrán beneficiarse. De hecho, un porcentaje significativo de los empleos se asocian a la existencia de proyectos y a las labores de operación y mantenimiento de las instalaciones.
IRENA recuerda, asimismo, que el desarrollo de las renovables aporta otros importantes beneficios, como la mejora de la seguridad energética, la reducción de emisiones de CO2, el desarrollo tecnológico y la disminución de la volatilidad de los precios de la energía.
Apoyo sostenible
Como si lo hubiera escrito pensando en España, la agencia indica, asimismo, que la sostenibilidad de los puestos de trabajo depende de la existencia de políticas estables, predecibles y a largo plazo. Además, dichas políticas deben minimizar las barreras no económicas, y abordar las económicas mediante diferentes formas de financiación (medidas fiscales, de promoción de la I+D, para facilitar la cooperación tecnológica, etc.?
Por último, subraya que es crucial incrementar la educación y capacitación ya que el sector requiere de un amplio rango de habilidades y conocimientos, algunas coincidentes con las necesarias para desempeñar puestos de trabajo asociados a las energías convencionales pero otros nuevos. Hay que identificar esas nuevas habilidades que hacen falta, e introducirlas en los planes de formación. Asimismo, es necesario poner el foco en la creación de empleo en áreas afectadas por el paro. El diálogo constructivo entre el gobierno, las empresas y los sindicatos es la mejor de asegurar que se identifican y tratan correctamente los retos y las necesidades, concluye IRENA.
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www.irena.org