Poco antes de que lo anunciara el propio Trump, la agencia de noticias Reuters daba a conocer que había tenido acceso al documento que acredita la decisión del mandatario de retirar a Estados Unidos del Acuerdo de París.
Este lo ratificó después en su comparecencia ante la prensa, añadiendo que su país pedirá "renegociar el tratado en términos justos para Estados Unidos", pero que no es una prioridad.
Estados Unidos es el primer contaminante per cápita mundial y, tras China, el segundo mayor emisor de gases de efecto invernadero: aproximadamente entre un 10% y un 15% del total mundial. El expresidente Barak Obama ratificó el año pasado el Acuerdo de París y se comprometió a reducir dichas emisiones entre un 26% y un 28% para 2030 y llegar a un 80% de reducción para 2050.
Pero desde que llegó a la Casa Blanca, Donald Trump ha puesto el foco casi exclusivamente en el aumento de la producción con combustibles fósiles y el rejuvenecimiento de la industria del carbón, congelando muchas de las decisiones que había tomado Obama y dando vía libre a las extracciones en zonas costeras de EEUU que el expresidente había protegido. La consultora Rhodium Group estima que como consecuencia de ello, en vez de un 28%, EEUU solo reducirá sus emisiones GEI un 14%; esto es, la mitad.
La decisión de Trump de sacar a su país del Acuerdo del Clima hará que aún sea más difícil poner freno a las emisiones y tendrá un claro impacto en los objetivos mundiales. Sin embargo, no se trata de una situación irreversible. El Acuerdo establece que ningún país firmante puede abandonarlo en los primeros tres años y una vez anunciada la ruptura, se tarda otro año más en hacerla efectiva. Esto es, Washington no puede salirse del Tratado hasta 2020. Para entonces quizá el inquilino de la Casa Blanca no se apellide Trump.
Hay que tener en cuenta, además, que varios Estados de EEUU, como California o Colorado, tienen políticas muy claras de apoyo a las renovables; unas tecnologías que se están convirtiendo, además, en un gran motor de empleo en estas zonas. No es fácil, por tanto, que la decisión de Trump vaya a afectar a estas políticas. Aún así, el impacto va a ser notable.
"Con la retirada del Acuerdo de París, Donald Trump deja a su país aislado del resto del planeta. Es una una decisión moralmente reprochable que el presidente llegará a lamentar. La acción climática no es un debate legal o político, es una obligación ineludible para proteger a las personas y al planeta", ha declarado Jennifer Morgan, directora ejecutiva de Greenpeace Internacional.
En cuanto a cómo va a afectar a los objetivos establecidos en el Acuerdo, está claro que la retirada estadounidense hará más difícil mantener el clima bajo el umbral crítico de 1,5 grados centígrados de subida de temperatura. Así las cosas, esta decisión supone que Trump entrega el liderazgo de EEUU al resto de países firmantes del acuerdo, con China y la UE a la cabeza.
Precisamente hoy en Bruselas la UE y China han renovado el compromiso para luchar contra el cambio climático y han firmado una declaración conjunta en la que destacan los beneficios sociales y económicos de la acción climática.