Los científicos del clima están haciendo balance de los datos recogidos a lo largo del último año. Y a pesar de que existe un margen de error de 0,10 grados Celsius, consideran que 2016 es ya el año más cálido en el registro de temperatura por satélite en los últimos 38 años, desde que se comenzaron a tomar datos. El año pasado supero a 1998 en 0,02 grados, según John Christy, director del Earth System Science Center de la Universidad de Alabama en Huntsville (Estados Unidos).
Christy que en ambos casos, 1998 y 2016, se ha dejado notar El Niño. Un fenómeno de calentamiento que se origina en el océano Pacífico de forma natural pero que es transitorio. “En el estudio del clima estamos más interesados en identificar con precisión las tendencias a largo plazo de la temperatura que los picos e inmersiones a corto plazo, sobre todo cuando se pueden explicar fácilmente con causas naturales”.
Los instrumentos basados en satélites miden la temperatura de la atmósfera desde la superficie hasta una altitud de unos ocho kilómetros sobre el nivel del mar. Una vez que los datos mensuales de temperatura se recogen y procesan, se colocan en un archivo público al que tienen acceso inmediato científicos atmosféricos en todo el mundo.
1,3 grados más que en la época preindustrial
El Servicio de Cambio Climático del programa europeo Copernicus también ha confirmado que el año pasado la temperatura media del planeta fue de 14,8º C. Es decir, que superó en 1,3º la temperatura media del siglo XVIII, durante la época preindustrial. Según Copernicus, 2016 fue cerca de 0,2° C más caliente que 2015, hasta ahora el año más cálido registrado.
Según el español Juan Garcés de Marcilla, director de servicios de Copernicus, “ya estamos viendo en todo el mundo los impactos de un clima cambiante. La temperatura de la tierra y del mar está aumentando junto con el nivel del mar, mientras que la extensión del hielo marino del mundo, el volumen de los glaciares y la cubierta de nieve están disminuyendo. Los patrones de lluvias están cambiando y los fenómenos climáticos extremos como las olas de calor, las inundaciones y las sequías están aumentando en frecuencia e intensidad en muchas regiones”.
De hecho, estos días se ha conocido que un enorme glaciar de 5.000 kilómetros cuadrados de superficie –similar a la extensión de La Rioja– está a punto de desprenderse de la Antártida. Y que solo está conectada con el resto del casquete polar por 20 km. Si se llegara a desprender por completo, algunos modelos prevén que la temperatura media del nivel del mar podría subir 10 centímetros.