Centrales térmicas que queman carbón, o gas natural, o fuel oil, o cualquier otro combustible fósil; instalaciones solares fotovoltaicas; parques eólicos; saltos hidroeléctricos y minihidráulicos; centrales de biomasa, termosolares, nucleares; instalaciones de aprovechamiento de las energías marinas. El parque de generación de energía eléctrica europeo (sumadas todas las tecnologías y todas las fuentes de electricidad) contaba a finales del año pasado con 918.800 megavatios de potencia instalados (918,8 gigavatios, GW). De ellos, 24,5 gigas fueron puestos en marcha en la Unión Europea el año pasado (6,3 gigavatios menos que en 2015).
La eólica fue la tecnología que más megavatios sumó al parque continental el año pasado: 12.500 megas de los 24.500 totales, es decir, que el 51% de la nueva potencia europea buscó y busca el viento como fuente de generación de electricidad. El segundo lugar en esta carrera lo ocupó la solar fotovoltaica (6.700 megavatios instalados en 2016, o sea, el 27% del total), mientras que el tercer puesto del podio se lo adjudicó un combustible fósil, el gas natural, con 3.100 megas (el 13% del total). Menos potencia añadieron la biomasa (1.100 megavatios, el 4% del total); la hidráulica (657 megas, 3%); el carbón (243 MW, 1%); y los residuos (154 MW, 0,6%). El año pasado, el 86% de los megavatios instalados, el 86% de la nueva potencia de generación eléctrica, llevó la marca "renovable". Solo el 0,1%, la vitola nuclear.
Dos son las corrientes clave de la transición que ha emprendido la Unión Europea en este siglo XXI
Por una parte, crecen la potencia eólica (142.600 megavatios eólicos han sido instalados en la Unión Europea desde entonces), crece también la solar fotovoltaica (101.200 megas nuevos) y crece así mismo el gas natural (98.500 MW); mientras que, en el otro plato de la balanza, merman la potencia térmica de fuel oil (-37.600 megavatios), la térmica de carbón (-37.300 megas) y la nuclear, que ha perdido en este lapso 15.500 megavatios (es decir que la Unión Europea ha desmantelado en estos últimos 16 años una potencia nuclear equivalente al doble de la que hay instalada a día de hoy en España, 7.573 MW). Solo en el año 2016, los estados miembros de la Unión desmantelaron 7.500 megavatios de carbón, 2.300 megas de gas natural y 2.200 MW en instalaciones térmicas de fuel oil.
Más datos sobre la evolución 2000-2016
La cuota eólica en la tarta eléctrica continental ha subido en ese período desde el 6% del año 2005 hasta el 16,7% de finales de 2016. Así las cosas, a día de hoy, en la Unión Europea, hay más potencia eólica que nuclear o de carbón. Las energías renovables en conjunto -fotovoltaica, termosolar, biomasa, eólica, etcétera- han ganado más de 20 puntos en estos 16 años, pues han pasado del 24% del total de la capacidad de generación de energía eléctrica en la UE de 2005 hasta el 46% en la Unión de 2016. La transición energética pues ya se conjuga en tiempo presente.
A continuación, dos tartas. En la primera de ellas, WindEurope desgrana la nueva potencia de generación de electricidad (solo renovables) instalada en el año 2016 en la Unión Europea. Como se aprecia, la eólica y la solar fotovoltaica mandan con claridad. En tercer lugar, la biomasa añade mil megas a su parque continental. A la derecha de esta primera tarta, la segunda recoge todas las fuentes, todas las tecnologías. Solo el gas natural aguanta el empuje de las energías renovables.