La nueva subasta ha sido anunciada por Mariano Rajoy durante la inauguración de las jornadas de debate para la elaboración de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética. En principio la subasta será para eólica y fotovoltaica. Pero también lo era la primera –en teoría estaba abierta a todas las tecnologías– y ya sabemos que solo la eólica pudo celebrarlo.
En la del 17 de mayo, las solicitudes presentadas superaron en más de tres veces la potencia adjudicada y los adjudicatarios ofrecieron el máximo descuento permitido. Lo que supone que los proyectos adjudicados se llevarán a cabo sin necesidad de primas adicionales a los ingresos que obtienen por el mercado, en el escenario de precios medios de referencia.
En similares condiciones fueron adjudicados 700 MW en 2016 y 16 meses después no se ha instalado todavía ninguno. En la nueva subasta podrán participar instalaciones eólicas y fotovoltaicas “en concurrencia competitiva, de tal manera que resulten adjudicadas aquellas más eficientes en costes”.
El Ministerio de Energía ha insistido en que la nueva subasta representa “un paso más para la consecución de los objetivos de sostenibilidad medioambiental para el 2020 y es un ejemplo más de la decidida apuesta del Gobierno por las energías renovables”.
José María González Moya, director general de la Asociación de Empresas de Renovables (APPA) ha dicho que espera “que el Gobierno no cometa los mismos errores que en el pasado, aporte seguridad jurídica y tengan en cuenta a todas las tecnologías”. APPA aboga por “subastas independientes por tecnologías” y cree que habría que contar con “un cupo para las tecnologías en fase de I+D+i para que las ayudemos a despegar”.
La Unión Española Fotovoltaica (UNEF), que denunciará la anterior subasta ante la Comisión Europea, ha pedido “que esta vez el diseño sea adecuado y no discriminatorio”. Lo que no parece que se dé por el momento. La exclusión de tecnologías maduras como la fotovoltaica también ha sido recogida por Ecooo que, en todo caso, ponía el foco en otra exclusión, la de la ciudadanía que quiere implicarse en temas energéticos. “La subasta ha puesto de manifiesto la enorme inconsciencia del regulador, que no aprovecha la ocasión para fomentar proyectos que activen la participación ciudadana en el ámbito energético, a través de un cupo de reserva. La metodología está diseñada con infranqueables barreras de entrada a organizaciones que siendo sostenibles y profesionales, no pueden competir con corporaciones que ostentan dominio de mercado”.
Ecodes también ha aprovechado el anuncio de Rajoy para proponer que en la nueva subasta “se reserve un cupo para aquellas empresas que inviertan en las cuencas mineras”. Ahora que Enel ha manifestado su intención de no realizar nuevas inversiones en las centrales térmicas de Andorra (Teruel) y Compostilla (León), “lo que llevará al cierre en 2020”, ha resurgido la necesidad de “poner en marcha, de forma urgente, un plan de reconversión en esas zonas que desarrolle un modelo económico sostenible”. Ecodes está, de hecho, elaborando un documento de propuestas para esa transición que dará a conocer próximamente.
• Borrador del Real Decreto de la nueva subasta de 3.000 MW renovables
• Esta es la lista de los adjudicatarios de los 3.000 megavatios de potencia renovable subastados
• UNEF denunciará la subasta ante la Comisión Europea
• El Ministerio consigue que la fotovoltaica se adjudique solo 1 de los 3.000 megavatios subastados ayer