Enero de 2017 puede atragantársele al ministro de Energía, Álvaro Nadal, que hoy ha tenido que salir a dar la cara porque los precios de la electricidad están desbocados: 85,79 euros MWh en el pool. La luz ha subido en solo dos días un 11%, alcanzando máximos desde diciembre de 2013. Y el ministro, lejos de dar buenas noticias, ha avisado de que la cosa va a peor. Mañana, de hecho, subirá otro 2,5%.
El propio Nadal ha reconocido que la culpa es de lo “carísimo” que es el gas natural. Pero que nadie se lleve a engaño. El ministro sigue siendo el mismo. Su propuesta para tratar de reducir el precio de la electricidad es incrementar la competencia en el sector del gas. Así, dice, bajará el precio del gas y, por tanto, de la luz. Sobre incrementar el peso de las renovables en el mix energético y reducir el de los combustibles fósiles, nada de nada.
La subida coincide con los días más fríos del invierno y con el reconocimiento, cada vez más evidente, de que la pobreza energética está provocando situaciones sangrantes entre mucha gente. Todos los partidos de la oposición han exigido al ministro que se ponga del lado de los ciudadanos y que ataje la situación.
El portavoz de Comprimís en el Congreso ha llegado a decir que las eléctricas se comportan como “matones de barrio” y que parece que “chulean a los ciudadanos”, cuando, además, “obtienen más beneficios que las compañías eléctricas del resto de países”.
El portavoz de la comisión de Energía y diputado de En Comù-Podem Josep Vendrell, cree que “el ministro acepta como una fatalidad la subida del precio de la luz, cuando en realidad es consecuencia de una mala regulación, resultado de la política de gobiernos anteriores, tanto del PSOE como del PP”. Por eso “es urgente la convocatoria de todas las fuerzas políticas para impulsar la reforma del sector eléctrico”.
En esa misma línea, la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético ha reclamado hoy una reforma global del sistema eléctrico, en el marco de una ley orgánica de cambio climático y transición energética. “No es aceptable que el Ministro de Energía atribuya a causas meteorológicas el aumento del precio de la electricidad, en sus declaraciones a los medios, cuando sabe perfectamente que en el precio de la electricidad intervienen otros muchos factores aparte del régimen de lluvias y la cantidad de agua embalsada, y que muchos de esos factores son defectos achacables al diseño del sistema, que se ha convertido en un mecanismo de extracción de rentas en un mercado cautivo y de recaudación de impuestos”.