Sergio Martín ha presentado esta mañana, como cada mañana, Los Desayunos de TVE. Y la electricidad ha sido la gran protagonista. El periodista zamorano ha entrevistado, para empezar, a Marta Margarit, secretaria general de Sedigas, la Asociación Española del Gas. Las preguntas que ha efectuado Martín no han sido demasiadas (la entrevista ha sido breve). Una de ellas, en todo caso, ha hecho alusión a las medidas que el Gobierno ha dicho va a poner en marcha para mejorar el funcionamiento del mercado del gas, que estos días ha sido señalado por el ministro de Energía, Álvaro Nadal, como uno de los culpables de la subida del precio de la electricidad.
A saber
El ministro de Energía (véase currículo) sostiene grosso modo que el incremento del precio de la luz se asienta sobre dos pilares: (1) la Madre Naturaleza, pues los vientos han parado y, para más inri, los pantanos están medio vacíos, porque ha llovido poco; (y 2) el mercado del gas, materia prima cuyo precio se habría incrementado muy mucho en las últimas fechas, motivo por el cual habría subido a continuación el precio de la luz. Así que el periodista Sergio Martín le ha preguntado a la secretaria general de Sedigas qué opinaba sobre las medidas que el ministro ha anunciado relativas a esto último: el mercado del gas y los precios que estos días está ofertando esa materia prima que España está obligada a importar.
Martín ha preguntado, y Margarit ha contestado
Y la representante de la gran patronal del gas nacional ha sido muy concisa y muy explícita: España carece de gas, por lo que se ve obligada a importar más del 99% del que consume y son "los productores los que marcan esos precios y son esos los precios que se trasladan al mercado nacional". O sea, que lo que ha venido a decirle a Martín la representante de la patronal de ese sector es que las medidas que pueda articular el gobierno sobre el mercado del gas para bajar el precio de la luz tienen el recorrido... que tienen. Quizá no contento con la respuesta -que pone en tela de juicio las medidas (por otro lado vagas) que ha anunciado el ministro-, Martín ha insistido; y ha replanteado la pregunta. Y Margarit (que lleva casi diez años en la secretaría general de Sedigas) también ha insistido: "los precios del gas se conforman a nivel internacional" y, en otro lugar de la entrevista, "estamos dependiendo de lo que los productores pongan como precio de referencia", ha zanjado.
Vamos, que la secretaria general de la patronal le ha dicho a Martín que los precios del gas que nos llega a España no los pone el ministro del ramo, nos vienen impuestos. Porque el gas es, en ese sentido, como el petróleo: otra materia prima de la que carece España y que nos vemos obligados a importar. O sea, que el precio del gas nos llega puesto, como puesto llega a España el precio del petróleo. El periodista Martín de Televisión Española no ha quedado satisfecho sin embargo con la respuesta de Margarit, ha despedido la entrevista con un comentario sorprendente -"gracias por atendernos, aunque me ha respondido a pocas preguntas"- y ha dejado a este telespectador con una duda: ¿la señora Margarit no ha contestado a las preguntas del periodista o no ha contestado como quería Martín?
A continuación le ha llegado el turno a la tertulia. Y cuatro han sido los invitados hoy (o los "comentaristas", que es así como los presentan en Televisión Española). Los comentaristas hoy en Los Desayunos de Martín eran Bieito Rubido, director del Abc; Lucía Méndez, redactora jefe en El Mundo; David Alandete, director adjunto de Producción de Información en El País; y Antonio Pérez Henares, colaborador en varios medios. Y ahí, en la tertulia que ha seguido a la entrevista, el cúmulo de despropósitos ha sido sencillamente extraordinario (la más prudente, sin duda, Méndez, periodista que ha reconocido honestamente que no domina las claves de un sector sin duda "muy complejo").
A la piscina
Los demás se han lanzado a la piscina de Martín, han insistido en que la invitada -la secretaria general de Sedigas, Marta Margarit- no había contestado a las preguntas y se han volcado en el clásico totum revolutum que caracteriza estas tertulias de "comentaristas". Y ha sido precisamente ahí, en esa parte del programa, donde Pérez Henares ha pronunciado la frase que titula esta breve crónica: "la voltaica es una ruina porque cuesta muchísimo y lo que se puso es muy obsoleto". Y aquí paz... y después gloria. La frase revuelve errores cuasi cómicos -voltaica por fotovoltaica- con mentiras, tópicos y apuntes inexplicados: "cuesta muchísimo". ¿Qué cuesta muchísimo: instalar una placa solar, el mantenimiento de esa instalación, la electricidad que sale de ella?
"Y lo que se puso es muy obsoleto". ¿Obsoleto...? ¿Son realmente obsoletas las instalaciones solares fotovoltaicas que se pusieron en marcha en España en los años 2007, 2008 y/o 2009, por ejemplo?
Esto es como plantear que un vehículo que tiene 8 años de vida y se encuentra en perfecto estado de uso es un vehículo muy obsoleto porque resulta que ahora los coches nuevos te vienen todos sin excepción con bluetooth, cuatro airbags de serie y, además, gastan casi un cuarto de litro menos cada cien kilómetros. (Ponemos el ejemplo de los 8 años porque hay centenares de instalaciones FV en toda España que tienen más o menos esa edad).
A ver: evidentemente, un coche nuevo será más eficiente que uno que tiene ocho años, pero a nadie en su sano juicio se le ocurriría calificar a un vehículo con ocho años, o a un frigorífico que compramos hace ocho años o a una ventana que cambiamos hace ocho años... a nadie en su sano juicio se le ocurriría calificarla de "muy obsoleta" porque resulta que ahora las ventanas son todas de triple cristal y hace ocho años no lo eran.
La tecnología fotovoltaica ha evolucionado extraordinariamente a lo largo de los últimos ocho años, y evidentemente las placas solares fotovoltaicas de hoy son más eficientes que las de entonces. Pero, de ahí a plantear que "la voltaica es una ruina porque cuesta muchísimo y lo que se puso es muy obsoleto"... pues hay un abismo.
Otra de las perlas que ha dejado cierto "comentarista" en Los Desayunos de Martín reúne en una sola frase -como hacía la anterior- un buen puñado de tópicos. En este caso, no relacionados con la tecnología solar fotovoltaica, sino con la nuclear: "la energía limpia y la más barata es la nuclear". Sin más. Sin dudas. Sin explicaciones.
La nuclear es una "energía limpia"... y punto. Y uno piensa: ¿y qué son los residuos radiactivos? ¿Fertilizantes ecológicos? Además, es "la más barata". Y vuelta a pensar: ¿en comparación con qué? ¿Es más barato generar un kilovatio hora en una central nuclear que producirlo en el tejado de casa? ¿Son gratuitos los cementerios nucleares?
El precio de la luz -la enorme subida que estamos padeciendo- ha vuelto al primer plano de la actualidad. Y, como siempre sucede en estos casos, la mentira, la demagogia y la ignorancia están ganando la partida. "La voltaica es una ruina porque cuesta muchísimo y lo que se puso es muy obsoleto". Enlace directo al programa mencionado.
La entrevista a Marta Margarit, a partir del minuto 17.00 segundos.
La "voltaica" está en el minuto 29.06 segundos.