Éste es uno de los mensajes principales que se pusieron de manifiesto en la jornada organizada e por la Unión Española Fotovoltaica sobre “Las posibilidades de la fotovoltaica en la próxima subasta” y celebrada ayer miércoles en el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Madrid.
UNEF reitera la necesidad de adoptar un modelo de subasta sencillo y transparente, basado en la experiencia internacional, cuyo principal criterio de adjudicación de los proyectos sea el precio ofertado por kWh producido. La asociación insiste, además, en que el modelo marginalista no es adecuado para la subasta, porque puede dar lugar a ofertas temerarias y a sobre-retribuciones.
Características de la licitación
José Miguel Unsión, de la Subdirección de Energía Eléctrica de la CNMC, presentó en el encuentro las principales características de la licitación que se llevará a cabo a lo largo de 2017, haciendo particular hincapié en las consideraciones que la misma CNMC ha incluido en sus recientes informes.
Entre ellas, la CNMC indica la existencia de una asimetría tecnológica al marcar números tan diferentes de horas equivalentes: 2.367 para la fotovoltaica y 2.800 para la eólica. De acuerdo con Unsión, y según los cálculos de la Comisión, en el caso de la fotovoltaica, solo el 2,4% de la potencia instalada supera las 2.367 horas equivalentes de la Orden.
Pedro Basagoiti, de OMIE, presentó el proceso de adjudicación de la subasta, explicando en detalle los pasos a seguir para la fase de precalificación y calificación, y comentando las reglas en base a las cuales se define el mecanismo de asignación de los proyectos, desde la construcción de la curva agregada al proceso de casación.
David Díez, Socio de Watson, Farley & Williams, y César Martínez de Endesa, hicieron especial hincapié en los aspectos prácticos de la subasta a tener en cuenta, entre los cuales destacaron la actualización de los parámetros retributivos, en particular el precio del mercado pool, en cada semi-periodo (3 años) y periodo (6 años), la revisión de la rentabilidad razonable y de los costes de explotación.
La revisión de todos estos parámetros puede tener un impacto importante en las plantas existentes, por lo que la falta de seguridad jurídica que esto implica hace que sea difícil calcular el flujo de caja de los proyectos.
Con respecto a las posibilidades de financiación para los proyectos adjudicatarios, los ponentes coincidieron en señalar que la variación de la rentabilidad razonable supone riesgos adicionales para los bancos y las entidades financieras, debido al grado de arbitrariedad que ésta supone. Por esta razón, los bancos tienen la necesidad de definir esquemas que les permitan hacer frente a estos riesgos mitigando la incertidumbre.