Solo 22 camping de los casi 1.500 que existen en España cuentan con el sello Q de calidad turística que otorga el Instituto para la Calidad Turística Española. Uno de ellos lo posee el camping Arena Blanca de Benidorm, que ha dado un paso importante para reafirmar su compromiso con la calidad, vía sostenibilidad, con la sustitución de una antigua caldera de gasóleo de 60 kW por otra de biomasa de 100 kW para la producción de agua caliente sanitaria, la climatización de la piscina y la calefacción de 50 bungalows.
La caldera es una Fröling Turbomatic austriaca distribuida por Grupo Nova Energía e instalada por Eona Biomasa, empresa de Santa Pola más vinculada a instalaciones de biogás, pero que trabaja en la oferta de servicios para el tratamiento y aprovechamiento de todo tipo de residuos orgánicos. Con esta instalación se demuestra que las calderas de biomasa cubren mucho más que la necesidad de calor en climas fríos y que son compatibles con otros servicios en lugares más cálidos.
Los biocombustibles que se utilizarán serán principalmente pellets y astillas procedentes de residuos agrícolas y de jardinería, y serán suminstrados por Eona Biomasa. Los propietarios del camping reconocen que el principal motivo del cambio ha sido la constante subida de los combustibles fósiles, además de la apuesta por las energías renovables, el ahorro energético, la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente.