Desde la Generalitat Valenciana recuerdan que el sector forestal representa cerca del 55 % del territorio pero que apenas aporta el 0,03 % del producto interior bruto autonómico. “Por lo tanto –añaden–, este nuevo plan busca dinamizar, tanto económicamente como socialmente el sector forestal y compatibilizar esa dinamización con la conservación de los montes”. Y para lograr ese dinamismo consideran que el sector tiene que “recuperar un tejido económico propio, integrado en la economía rural y que sea capaz de generar empleo y riqueza con el desarrollo de usos innovadores como el aprovechamiento energético” de la biomasa forestal, como una de las apuestas principales.
La nota de prensa de la Generalitat anuncia que el Patfor establece un marco legislativo “mucho más simplificado, con procedimientos que facilitan las relaciones entre el administrado y la administración y con una mayor coordinación entre normas y planeamientos que se superponen en el territorio forestal”. Las ONG ecologistas ya han manifestado que esta tendencia de las administraciones a simplificar los trámites de aprobación de determinados aprovechamientos pueden mermar las sostenibilidad de los mismos y la participación pública.
Sin presupuesto ni participación ciudadana
Además del aprovechamiento energético de la biomasa, el plan de la Generalitat da una importancia crucial al pago por servicios ambientales, “eje alrededor del cual se han articulado las soluciones propuestas como mecanismo para compensar económicamente a los propietarios forestales privados que, mediante la gestión activa de sus montes, suministran servicios ambientales que no tienen valor en el mercado”, señalan desde el Gobierno valenciano. Este concepto engloba todos los bienes y servicios que ofrecen los montes, “tangibles o intangibles y tengan valor o no, en el mercado”, y citan el suministro de materias primas y productos, la mitigación del cambio climático, el paisaje, la regulación del ciclo hidrológico o el uso recreativo de los montes.
Desde la oposición, tanto el Partit Socialista del País Valencià-PSOE como Compromís critican que el plan nace sin dotación económica y abre la puerta a la privatización del monte público. Isabel Bonig, consejera de Infrastructures, Territori i Medi Ambient de la Generalitat, contesta que “que no hay presupuesto al pretender ser un instrumento de planificación y apostar por nuevos aprovechamiento energéticos, como la biomasa, como forma de energía renovable eficaz”. El portavoz adjunto de Compromís, Juan Ponce, incide en la falta de participación pública y añade que "el Gobierno del PP ha obviado claramente la participación ciudadana a la hora de elaborar el Patfor, dejando de lado las opiniones de los centros de investigación, universidades, colectivos ecologistas y otras entidades sociales".
Juan Ponce se muestra también muy crítico con los objetivos energéticos del plan: "el Consell apuesta por quemar los recursos de nuestros bosques para crear electricidad (realmente, se habla también de usos térmicos), lo que tendrá un fuerte impacto en nuestro medio ambiente”. “Quiere sacar el máximo rédito económico en montes públicos a corto plazo –prosigue–, hipotecando ambiental y económicamente el futuro, porque los bosques como más producen es conservándonse en buen estado, con vegetación densa, de esta forma obtenemos los numerosos servicios ambientales que generan".