Según explica la propia empresa, “hemos desarrollado un electrolizador (generador de hidrógeno) único en el mundo en el que, a través de renovables y agua, se puede almacenar energía en forma de hidrógeno”. Además, han diseñado unos módulos energéticos (contenedores de 15 m2) que pueden instalarse en cualquier sitio de forma autónoma para hacer realidad la energía distribuida.
“Módulos que funcionan bajo el principio de ‘enchufar y usar’, que son 100% ecológicos y que son mucho más baratos y fiables que cualquier otro sistema que garantice almacenamientos de energía a alta potencia, de varios centenares de kilovatios”. El objetivo comercial de los módulos es proporcionar energía eléctrica y, además. combustible para vehículos de transporte en forma de hidrógeno, allí donde no esté disponible energía eléctrica de red.
Tina Energy Systems tiene su sede en Madrid. Fue creada en el 2012 y pertenece en un 100% a inversores privados, mayoritariamente españoles. La dirección está a cargo de Ricardo Blach.
Millones de inversión
La tecnología de este sistema de módulos energéticos “ha sido fruto de un proceso de investigación de más de 35 años y varias decenas de millones de euros de inversión. Se ha dado un paso significativo en la investigación de las posibilidades del hidrógeno al conseguir la tecnología denominada PEM de electrólisis del agua para la producción directa y segura de hidrógeno a presiones de hasta 500 bares”. La inversión de los socios de Tina para alcanzar el nivel comercial de esta tecnología, “de exclusividad mundial ha sido de más de 15 millones de euros”.
Los módulos posibilitan el almacenamiento de energía para garantizar el consumo necesario durante periodos de más de 30 días sin acceso a las renovables (viento y sol). La vida útil operativa de los módulos es de más de 25 años.
La energía para la generación de hidrógeno por electrólisis del agua (separando el oxígeno (O2) del hidrógeno (H2)), se puede obtener del viento o del sol. Para tal fin, las necesidades de agua del equipo estándar son de alrededor de 5 litros/día. El sistema no necesita agua potable. Puede funcionar con agua de pozos, manantiales, ríos, lluvia, charcas etc. El equipo dispone de su propio sistema de depuración y deionización para que cumpla con los requerimientos necesarios.
Los módulos energéticos estándar de Tina cuentan con una potencia eólica y fotovoltaica variable en función de las condiciones climatológicas de la zona donde se instalen, los controladores e inversores adecuados, el generador de hidrógeno a alta presión, los tanques de almacenamiento de hidrógeno a alta presión, así como baterías y un grupo electrógeno alimentado con hidrógeno. Cuentan también con conexión internet vía satélite, sistema electrónico de control automático y dispensador de hidrógeno (estación de repostaje).
Todos los componentes del módulo están en fase comercial por parte de compañías industriales, con sus correspondientes garantías, patentes y certificaciones para operar con hidrógeno a alta presión. La compañía ha establecido una estructura de producción bajo demanda: construirá los módulos según las especificidades requeridas por el cliente. La fabricación de componentes será externalizada, para lo cual ya se han establecido contactos con proveedores y fabricantes. Tina se encuentra en el proceso de evaluar junto a dos bancos de inversión, la mejor opción de fabricación y de comercialización de sus módulos energéticos
Estos módulos están pensados originalmente para aportar energía eléctrica a poblaciones sin acceso a energía eléctrica y complementariamente combustible (hidrógeno) para medios de transporte, normalmente en zonas aisladas, en países en vías de desarrollo. Pero también pueden ser útiles en amplias zonas rurales de países desarrollados, como es el caso de EEUU, donde se calcula que hay 24 millones de personas sin acceso directo a energía eléctrica. Inicialmente Tina ha establecido como objetivo para la comercialización de su tecnología países en Latinoamérica, Oriente Medio, Asia y África.