Antonio Colmenar-Santos, autor principal del estudio, y Salvador Ruiz-Romero, investigador también del departamento de Ingeniería Eléctrica, Electrónica y de Control de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), acaban de publicar un artículo científico en la revista Renewable Energy en el que reclaman "un procedimiento de gestión de la distribución de la generación distribuida, que se apruebe la normativa de balance neto –en fase de elaboración– para regular el autoconsumo y que se aclare la definición de los operadores del sistema". De ese modo -aseguran los autores-, "España podría generar hasta un 50% de la demanda energética con renovables", según explica en un comunicado la Unidad de Cultura Científica del Ministerio de Economía y Competitividad en divulgauned.es.
El despegue definitivo
Aparte de esas "barreras regulatorias" que los autores proponen remover, Colmenar-Santos y Ruiz-Romero también señalan en su artículo las barreras técnicas "que actualmente están dificultando el avance de un nuevo agente, la generación distribuida, que se caracteriza por su pequeña potencia (entre 10 y 50 MW) y su ubicación en puntos cercanos al consumo". Entre esas dificultades técnicas, los autores destacan "los límites de conexión, las redes de distribución radiales –cuando se requieren en forma de anillo, para que los flujos se muevan en ambas direcciones– o las desviaciones imprevistas de energía". Unas y otras barreras (regulatorias y técnicas) "están impidiendo que las energías renovables despeguen definitivamente en España", según los autores.
El ciudadano, agente eléctrico vital
El profesor Colmenar-Santos tiene muy claro que, una vez sean superadas esas barreras, "el usuario se convertirá en un agente eléctrico vital, no solo porque podrá participar en las medidas de ahorro y eficiencia, sino porque además formará parte de una generación eléctrica cada vez más distribuida”. En ese sentido este investigador está convencido de que, "en breve, la generación distribuida participará en un alto porcentaje en la aportación que la energía renovable realiza sobre el sistema energético mundial, clave para la sostenibilidad y el cumplimiento de protocolos medioambientales”.
Los investigadores apuestan por "una revisión a fondo de los reglamentos del sistema de distribución
Según los autores, "principalmente instalaciones fotovoltaicas, mini-eólicas y almacenamiento energético, con la ayuda de las denominadas redes inteligentes, pueden romper con las redes pasivas tradicionales, situándose cerca del usuario y absorbiendo la demanda de forma más eficiente". Eso sí, "esperamos -explica Ruiz-Romero- una revisión a fondo de los reglamentos del sistema de distribución en España”. Según el estudio, la apuesta por ciudades inteligentes –Smart Cities– ayudará a que se integre la generación distribuida en los núcleos urbanos. “En el proyecto Smart City de Málaga se estima que, a finales de 2013, la energía consumida que provenga de renovables sea del 33,2% y, la potencia eléctrica instalada ‘verde’ alcance el 37,8%”, concluye Ruiz-Romero.
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