La boya alimentada por energía solar que ha ideado Sebastián Zanetti busca “revivir” cursos de agua que necesitan saneamiento, al tiempo que sirve para delimitar las aréas de navegación. El proyecto de Zanetti, que estudia arquitectura en la Universidad de Buenos Aires (UBA), ha recibido el galardón en la categoría “estudiantes de arquitectura” del Concurso Nacional de Ideas para la incorporación de sistemas fotovoltaicos en áreas urbanas, organizado en el marco del 5º congreso Internacionl Solar Cities.
“Busqué diseñar un elemento que se pueda situar en un espacio, y que no necesite más que el sol para funcionar”, ha explicado a CyTA Zanetti. El estudiante planteó el diseño de la boya “oxigenadora” –a la que ha apodado Agua Viva– sobre la cuenca bonaerense Matanza-Riachuelo, considerada uno de los diez sitios más contaminados del mundo, según el Instituto Blacksmith y la Cruz Verde Suiza. Pero el proyecto “es adaptable a cualquier sistema natural o artificial que lo requiera”, asegura.
El modelo propuesto consiste en una boya flotante equipada con un panel fotovoltaico, el cual alimenta tres bombas sumergidas que oxigenan el agua mediante circulación y aspersion. Este proceso, explica Zanetti, rompe la película impermeable acuosa y aumenta la superficie de contacto con el aire.
Su proyecto ha merecido también el reconocimiento de la Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad de Buenos Aires, que ahora va a explorar la posibilidad de utilizar estas boyas. Para Zanetti, de todas formas, el interés mostrado ya es motivo de orgullo. Ideas como la premiada “muestran que las energías renovables, además de sus beneficios conocidos (como no generar emisiones de gases de efecto invernadero), son capaces de adaptarse a diversas situaciones o incluso, en algunos casos, ser la única respuesta o, al menos, la más adecuada”.