El politólogo español Juan Verde, actualmente asesor de compañías como Sovereign Bank (la división estadounidense del Banco Santander) o Abengoa, hizo ese comentario -"todavía quedan políticos buenos"- a raíz de la intervención que le precedió en la jornada que organizara Anpier, la del presidente de la Región de Murcia, Ramón Luis Valcárcel. "Hay que gobernar pensando en las próximas generaciones, y no en las próximas elecciones, o sea, que muchísimas gracias", dijo ayer Verde, desde la tribuna, al presidente Valcárcel, que es la bala perdida, el verso suelto -elija el lector- del Partido Popular (PP). Y lo es porque no solo se ha distinguido en su defensa del sector fotovoltaico en tiempos de oposición, en tiempos de Zapatero -cuando puso un recurso de inconstitucionalidad contra el Real Decreto-Ley (RDL) 14/2010-, sino que, ahora, cuando es su partido el que controla el Ejecutivo central, ha hecho exactamente lo mismo: plantear un recurso de inconstitucionalidad contra el RDL 9/2013 que aprobaran sus mayores -el Gobierno de la nación- el pasado mes de julio, lo cual, evidentemente, tiene una trascendencia muy distinta.
Ataque al gas
Los piropos de Verde, en fin, han llegado tras el discurso explícito del presidente Valcárcel, que es, además, presidente del Comité de las Regiones de la Unión Europea, lo cual añade un valor más trascendente a sus palabras. Valcárcel ha empezado su intervención criticando duramente al gas, que es la tecnología por la que está apostando el PP desde Moncloa. Del gas ha dicho el presidente murciano que es una energía cada vez más cara "que, además, hay que importar, en muchas ocasiones, de países con gran inestabilidad". En esa línea argumental, ha explicado a continuación que el sector de las renovables es "un sector clave para la defensa de los intereses económicos de España" y ha añadido también que "generar confianza es fundamental para el desarrollo de una nación", en alusión clara a la política energética del Ejecutivo Rajoy, que ha modificado, radicalmente, en los últimos 23 meses, el marco regulatorio del sector. Modificaciones, además, ejecutadas con medidas -varios reales decretos- que atentan contra la seguridad jurídica por sus efectos retroactivos, y que ya han sido denunciadas en Bruselas y en tribunales de arbitraje europeos por varios fondos de inversión internacionales.
Un recado a Mariano
En alusión al autoconsumo, aunque sin mencionarlo explícitamente en el momento concreto en el que se ha referido a él, Valcárcel ha explicado por otra parte que "los gobiernos y las administraciones, cuando el mercado se basta, lo que debemos hacer es sencillamente no entorpecer" (véase sobre el particular La "disfunción grave" de Nadal). En esa línea, el presidente murciano ha apostado asimismo explícitamente por "la eliminación de las trabas administrativas de las grandes megahuertas solares" (en la Región de Murcia, aparte de los 423 MW fotovoltaicos instalados a día de hoy, hay proyectos en fase de promoción que sumarían otros 2.500 MW, según datos facilitados a Energías Renovables por el propio gobierno murciano). Por fin, y por si alguien no se hubiera enterado aún, el presidente Valcárcel ha concluido en la tribuna diciendo -en alusión a la reforma del sector eléctrico que ultima el Ejecutivo Rajoy- que "ahora hay una ley cerca de su aprobación, pero aquí vamos a dar la batalla y, en Europa, también vamos a dar la batalla. El doce de noviembre me reúno con Oettinger" (que es el comisario de Energía en la Unión).
El respeto no se pide, se exige
Por su parte, Verde, que ha comenzado su discurso con los piropos susodichos, se ha mostrado muy duro con el gobierno de la nación. El que fuera asesor del presidente Obama ha calificado la política retro del Ejecutivo Rajoy de "grave locura que se está cometiendo en España, mientras el resto del mundo está volcado en la carrera de las renovables y la sostenibilidad". Según Verde, uno de los motivos por los que "España está deshaciendo el camino" es que, en nuestro país, "hay un problema de comunicación y de movilización. Tenemos que contar nuestra historia mejor y que la gente salga a la calle. El respeto no se pide. Se exige", ha concluido. Su intervención, en la que ha demostrado un completo dominio de las tablas, ha sido junto a la de Valcárcel probablemente la más aplaudida por el auditorio, que estaba repleto de inversores fotovoltaicos. Verde ha ido trufando su discurso de frases lapidarias y titulares -"todavía quedan políticos buenos" o la susodicha "el respeto no se pide; se exige"-, pero también, y asimismo, de datos extraídos de informes internacionales (Bloomberg, Media Planning, la Agencia Internacional de la Energía). ¿Algún ejemplo? Pues uno, quizá soprendente para muchos: en la varias veces rescatada Grecia se ha instalado en 2012 más potencia fotovoltaica que en ese período en España.