“Ningún vecino se ha quedado sin calefacción ni agua caliente sanitaria en ningún momento porque hemos puesto en marcha el doble sistema que nos permite la red de calor, que es encender las calderas de las salas de los edificios que mantenemos funcionales para estos casos, volviendo a quemar durante el tiempo que dure la avería el combustible fósil correspondiente a cada una”. Alberto Gómez, gerente de Rebi, daba esta información tras producirse un incendio en el edificio central de la red de calor que su empresa gestiona en Ólvega
En un comunicado emitido por la misma empresa aclaraban que el siniestro se había saldado con daños menores y que su origen residía en una causa ajena al proceso de quemado de astilla, ya que se inició cuando una chispa saltó a los equipos de filtrado durante los trabajos de soldadura que desarrollaba uno de los tres empleados de mantenimiento. “Es lo que se desprende tras las inspecciones y análisis llevados a cabo por la Guardia Civil”, añaden desde Rebi. Ninguna de las tres personas que realizaban los trabajos de mantenimiento resultaron heridas.
“No se ha dañado ningún componente más que afecte a la red”
Desde Rebi insistían que “ni los equipos de telegestión, ni las calderas ni lo depósitos se han visto mínimamente afectados, por lo que la avería no es grave”. Afirman que sólo ha quedado dañado el aislante de la cubierta, lo que ha provocado la enorme masa de humo negro que los vecinos veían en el pueblo. “Algunos equipos de filtrado han sufrido pequeños daños que ya estamos reparando, falta limpiar y adecuar la central, pero no se ha dañado ningún componente más que pueda afectar a la red urbana”, tranquilizaba el gerente al poco de ocurrir el incendio.
El pasado invierno comenzó a funcionar la red de calor de Ólvega, que abastece de calefacción y agua caliente sanitaria a once edificios públicos del municipio, cinco comunidades de vecinos y una fábrica. Rebi recuerda que el proyecto se pudo llevar a cabo gracias al impulso del ayuntamiento olvegueño y a una inversión que superó los 2,2 millones de euros. La red está dentro de los primeros Proyectos Clima aprobados por el Fondo de Carbono para una Economía Sostenible (FES-CO2), por el cual el Gobierno se compromete a adquirir las reducciones verificadas de gases de efecto invernadero que logren estas iniciativas.