Que la fotovoltaica en España pasa por su peor momento desde que se introdujeran las primas de venta a red no es novedad. “Sin embargo hay lugar para la esperanza. Y bien grande”, dicen desde Kostal. “El hecho de que haya empresas privadas que a día de hoy y con el escenario actual apuesten en sus inversiones de forma tan decidida por instalaciones de autoconsumo de notable tamaño, es motivo de optimismo”.
En este caso se trata de una instalación de 107,5 kWp en una industria cárnica en Barberà del Vallés (Barcelona), ejecutada por la empresa Innover, que se ha finalizado este año. La instalación cuenta con cinco inversores PIKO 20 de Kostal, y un controlador externo que asegura la no inyección a red en momentos de bajo consumo. El cliente tiene una tarifa 3.0 con 160 kVA contratados y se espera un ahorro aproximado de 150.000 kWh/año.
Además, la energía fotovoltaica producida en verano ayudará a reducir los picos de consumo que al cliente le suponían penalizaciones por exceso de potencia (realizar un aumento de potencia contratada implicaba la compra de un transformador común por varios clientes). La rentabilidad real de esta planta se acerca a los cinco años, teniendo en cuenta inversiones evitadas y ventajas fiscales además del evidente ahorro en la factura eléctrica.
¿Y el peaje de respaldo? Según Carlos Sellas “este caso claramente no se ha visto condicionado por el miedo a un futurible peaje de respaldo, del cual desconocemos a día de hoy si será aprobado finalmente durante esta legislatura y, en caso de ser así, cuál será su valor (en Alemania son unos pocos céntimos de euro por kWh autoconsumido). Sellas recuerda el reciente informe de la Defensora del Pueblo solicitando que no se aplique.
La nueva instalación de autoconsumo de 100kW se ha ejecutado bajo las Instrucciones Técnicas Complementarias de Baja Tensión (ITC-BT40).