Unión por la Biomasa y la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (Avebiom) forman parte de las asociaciones de bioenergía, selvicultores, empresas forestales, industrias del papel y celulosa y de la madera e ingenieros forestales y de montes que reclaman al Gobierno un último intento por modificar adecuadamente la Ley de Montes, actualmente en tramitación en el Senado. “Pedimos a los políticos y legisladores que nos escuchen y den respuesta a nuestras demandas, para que se puedan movilizar los recursos naturales infrautilizados de nuestros montes, para que haya economía rural y para satisfacer las necesidades de todo un sector”, reclaman.
Lanzan esta llamada como una última oportunidad para que el Gobierno haga una ley capaz de “despertar los montes” y cumpla con los principios que la inspiran: gestión sostenible de los montes, fomento de las producciones forestales y sus sectores económicos asociados, creación de empleo y desarrollo del medio rural. Para ello piden que se adopten medidas como la creación de “incentivos fiscales a la inversión en gestión forestal sostenible, considerada de interés general, según reconoce la propia ley, por los múltiples beneficios que proporciona a la sociedad”.
Aprovechar el enorme potencial de la bioenergía
Para el sector forestal esta propuesta constituiría “la más eficaz herramienta contra el abandono de los montes y su progresivo deterioro, pues la gestión activa y sostenible mediante profesionales forestales hace posible que disminuya el riesgo de incendios forestales, plagas y enfermedades, que se garantice la conservación y mejora de los montes y que contribuya a generar riqueza y empleo en el medio rural”.
Otra petición concreta que realizan es el “impulso decidido al fomento de la producción y el consumo de la madera y los productos de madera, incluido el uso energético de la biomasa forestal, que disminuiría la carga combustible de nuestros montes y haría de motor económico en el entorno rural con productos locales y cadenas cortas de comercialización”. Raúl de la Calle, secretario general del Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Forestales y Graduados en Ingeniería Forestal y del Medio Natural, una de las entidades firmantes, considera que “la apuesta concreta por el aprovechamiento energético de la biomasa forestal debe ser rotunda porque reduce nuestra dependencia energética y porque tiene un enorme potencial de externalidades sociales y ambientales”.