Hoy mismo entra en vigor el decreto francés de 31 de diciembre 2014, que modifica otro anterior de 23 de diciembre de 1999, en el que se establecen las nuevas características técnicas que deberán tener a partir de ahora los gasóleos que se comercialicen en el país vecino. Entre estas características destaca el incremento del contenido de ésteres metílicos de ácidos grasos (FAME, en sus siglas en inglés), más conocidos como biodiésel. A partir de ahora pasa de ser del 7% (83% de diésel y 7% de biodiésel) al 8%.
ACEA y FuelsEurope critican esta reforma y apoyan firmemente “la coherencia interna en términos de calidad y especificaciones del mercado de combustibles de la UE: la orden ministerial francesa es contraria a este principio y puede llevar a una fragmentación del mercado único de los carburantes de automoción”. En la actualidad sigue pendiente de aprobación la reforma de las directivas de energías renovables y de calidad de los carburantes. Ambas asociaciones echan mano también de la norma ISO EN590, que establece un máximo de 7% de contenido de biodiésel en el gasóleo.
No hay garantías para averías que no se producen
ACEA y FuelsEurope también aducen problemas de logística y abastecimiento creados por el nuevo porcentaje de mezcla, e incluso el riesgo que corren los automovilistas, para los que las garantías de sus vehículos solo cubren averías en el motor provocadas por gasóleos con un máximo de contenido en biodiésel del 7%. En abril de 2011, este portal publicó que tanto la Federación Española de Empresarios Profesionales de Automoción (Conepa), que agrupa a empresas de las áreas de postventa y reparación de automóviles, como la Asociación de Talleres de Madrid (Asetra), no tenían conocimientos de averías fuera de lo común en vehículos que utilizaran mezclas de biodiésel incluso superiores al 8%.
Más recientemente, en junio de 2013, la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos rechazó la demanda presentada por el American Petroleum Institute, el principal grupo de presión de la industria petrolera, contra la decisión de la Environmental Protection Agency de permitir, en este caso, la comercialización del E15, gasolinas con una mezcla al 15% de bioetanol.