Hoy, domingo, 21 de septiembre, decenas de miles de personas participarán en la Movilización Climática de los Pueblos en Nueva York, la misma ciudad donde pocos días después se celebrará una cumbre sobre cambio climático. En España, el movimiento ecologista convoca marchas y concentraciones paralelas en muchas otras ciudades: Madrid, Barcelona, Castellón o Soria se unen así -informa Ecologistas en Acción- a una lista de convocatorias "que no para de crecer".
La sede de las Naciones Unidas, en Nueva York, acogerá el próximo 23 de septiembre a más de 120 jefes de estado de todo el mundo, que están convocados allí para ir diseñando los compromisos que han de frenar el calentamiento global. La conferencia pretende tomarle el pulso político al asunto a quince meses de la decisiva Cumbre del Clima de París. Pues bien, hoy, a dos días vista de la cumbre neoyorkina, la ciudadanía global ha sido llamada para manifestar su apuesta por unas políticas climáticas y energéticas ambiciosas, que pasan necesariamente por el apoyo sin dudas a las energías renovables, que constituyen la única vía de desarrollo sostenible, o sea, la única vía de salida.
Reproducimos a continuación el Manifiesto de Nueva York
Cuando los seres humanos tenemos fiebre nos preocupamos y tomamos medidas urgentes. Después de todo, sabemos que si nuestra temperatura corporal se eleva 1.5ºC y peor 2ºC [3,6 º F] por encima del promedio normal puede haber graves daños a nuestra salud y si el aumento es de 4-6ºC [7.2-10.8 º F] o más puede causar una situación de coma e incluso muerte.
Lo mismo ocurre cuando el planeta Tierra tiene fiebre. Durante los últimos 11.000 años la temperatura promedio de la Tierra ha sido de alrededor 14ºC [57.2ºF]. Ahora esa temperatura promedio está a punto de aumentar en 1ºC y si no tomamos las medidas adecuadas para evitar que esta fiebre se propague, el pronóstico es que nuestro planeta sufrirá un aumento de la temperatura de 2ºC a 6ºC antes de finales de este siglo. Si ese nivel de fiebre se alcanza la vida como la conocemos cambiará dramáticamente en la Tierra.
Nuestro único recurso es tomar medidas ahora. No cualquier acción, sino la acción apropiada y oportuna, tal como reaccionamos cuando un ser humano tiene fiebre: le instamos a descansar su cuerpo, le damos una gran cantidad de líquidos, le prescribimos medicamentos adecuados y si la fiebre sigue subiendo lo llevamos inmediatamente al hospital y tratamos de encontrar la verdadera causa de la fiebre, que puede ir desde una simple infección hasta enfermedades mortales como el cáncer.
Recetas apropiadas
En el caso de la fiebre del planeta, la receta adecuada requiere emprender y aplicar al menos 10 acciones:
1. Adoptar compromisos obligatorios inmediatos -no promesas voluntarias- para controlar el incremento de la temperatura planetaria a no más de 1.5ºC [2,7ºF] durante este siglo a través de reducciones de emisiones mundiales de gases de efecto invernadero que no superen las 38 giga-toneladas en el año 2020.
2. Permitir que la Tierra descanse a través de compromisos vinculantes para dejar más del 80% de las reservas conocidas de combustibles fósiles bajo el suelo y debajo del suelo marino.
3. Alejarse del extractivismo de recursos prohibiendo nuevas exploraciones y explotaciones de petróleo, arenas bituminosas, petróleo de esquisto, carbón, uranio y gas natural, incluyendo la infraestructura de oleoductos como el Keystone XL.
4. Acelerar la aplicación y transición a alternativas de energía renovable como la eólica, solar, geotérmica y mareomotriz bajo propiedad y control público y de la comunidad.
5. Promover la producción y consumo locales de bienes durables para satisfacer las necesidades fundamentales de las personas y evitar el transporte innecesario de mercancías que se pueden producir localmente.
6. Estimular la transición de la agricultura industrial orientada a la exportación para el supermercado global a la producción basada en la comunidad para satisfacer las necesidades alimentarias locales como lo formula la soberanía alimentaria.
7. Adoptar y aplicar estrategias de Cero Deshecho para el reciclado y la eliminación de basura, y readaptar los edificios para conservar la energía para la calefacción y la refrigeración.
8. Mejorar y ampliar el transporte público para el traslado de personas y carga en los centros urbanos y entre ciudades a través de vías férreas eficientes.
9. Desarrollar nuevos sectores de la economía para crear nuevas fuentes de trabajo para restaurar el equilibrio del sistema de la Tierra, tales como empleos climáticos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y empleos para la restauración de la naturaleza.
10. Desmantelar la industria para la guerra y la infraestructura militar con el fin de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por la guerra, y destinar dichos recursos para promover una paz verdadera.