Ence (Energía y Celulosa) emitía el pasado jueves una nota de prensa en la que informaba sobre un trabajo de investigación que consiste en la elaboración de un detallado mapa de las posibilidades del continente europeo para aportar biomasa y su localización. Esta es la aportación de la compañía española al proyecto europeo Cascatbel, acrónimo del nombre completo en inglés: CAScade deoxygenation process using tailored nanoCATalysts for the production of BiofuELs from lignocellullosic biomass. Otra entidad española, el IMDEA Energía (Instituo Madrileño de Estudios Avanzados) coordina una iniciativa en la que también participa Abengoa y otros catorce socios más de diez países de Europa.
El objetivo principal es la producción de biocarburantes de segunda generación similares a los combustibles tradicionales procedentes de operaciones de refino de petróleo mediante un proceso con nano-catalizadores. Como informó el IMDEA tras la puesta en marcha de Cascatbel, “la novedad del proceso de producción de biocombustibles radica en la combinación en cascada de tres transformaciones catalíticas para la desoxigenación progresiva y controlada de la biomasa lignocelulósica: pirólisis catalítica, desoxigenación intermedia e hidrodesoxigenación (HDO)”.
Once etapas con la selección y optimización de nano-catalizadores como clave
Cascatbel, que comenzó a finales del pasado 2013 y tendrá una duración de cuatro años, está financiado por la Comisión Europea con 6,38 millones de euros (el presupuesto total es de 9,34 millones) y es una de las tres propuestas aprobadas en la última convocatoria del Séptimo Programa Marco (FP7). En la actualidad se encuentra en la fase de selección y caracterización de materias primas, línea a la que contribuye Ence con su mapa de localización de la biomasa. El objetivo es estimar la disponibilidad actual y futura de biomasa lignocelulósica en Europa, así como seleccionar y caracterizar al menos seis materias primas diferentes con proporciones variables de celulosa, hemicelulosa, lignina y ceniza.
El programa de trabajo incluye diez etapas más, aunque los promotores del proyecto consideran que “la selección y optimización de nano-catalizadores en cada una de las etapas será un factor clave para la mejora de la eficiencia global y reducción de costes del proceso”. Añaden además que “incluirá experimentación a escalas de laboratorio, bench y planta piloto, y se evaluará y optimizará considerando criterios técnicos, económicos, sociales, de seguridad, toxicológicos y medioambientales”.
Desde el IMDEA avanzan que dentro del marco del proyecto está prevista la organización de una Escuela de Verano sobre Catálisis de la Biomasa, que tendrá lugar del 8 al 11 de junio en Líblice (República Checa). Poco después, el 1 de julio, la Universidad de Gante (Bélgica) acogerá el foro EMerging TECHnologies for chemicals and fuels production (Emtech), en el que se expondrán las aportaciones de Cascatbel, entre otros proyectos de investigación europeos similares relacionados con la obtención de productos químicos y combustibles con base biológica y biotecnológica.