La instalación está constituida por una caldera de biomasa que quemará astillas (la caldera tiene 90 kilovatios) y una red de tuberías. Según Rehau, el ayuntamiento trabaja ya no obstante con la posibilidad de una futura ampliación a varias calderas más, "en cascada, en el caso de que se produzca un aumento del número de usuarios". Ahora mismo, los puntos de consumo son la escuela de Ispaster, el Ayuntamiento, la ludoteca, la guardería, la Iglesia, restaurantes municipales y espacios de ocio. Según detalla Rehau, la caldera trabaja sobre un depósito de acumulación de 5.000 litros a ochenta grados centígrados (80ºC), desde el cual, y mediante dos bombas circuladoras en paralelo, se realizará la impulsión de agua caliente a la red de distrito, con un salto térmico de 20ºC. En cada edifico -explican desde la empresa- "se han instalado centrales de intercambio térmico, en las que se realizará la transferencia y venta de calor a cada usuario". Rehau destaca una singularidad en esta instalación: la distribución de las tuberías "en anillo, frente a las redes con distribuciones ramificadas".
El proyecto ha sido ejecutado en dos fases
La primera ha consistido en la instalación de la calefacción y el ACS en la escuela de Ispaster. La segunda, más extensa (y con la que se ha cerrado el anillo), ha llegado hasta los demás puntos de consumo. Según explican desde Rehau, "para la red de distribución de calor se instalaron tuberías de polietileno reticulado preaisladas DUO de 63 milímetros de diámetro en las que el agua caliente circula a 80ºC y retorna a 60ºC". Estas tuberías -explica la empresa- presentan una particularidad: llevan dentro de una misma tubería preaislada tanto la tubería de ida como la de retorno. En el comunicado difundido por Rehau, la empresa bávara destaca la coordinación con la cooperativa vasca: "durante la implementación del sistema RauviTherm, ha destacado la gran coordinación del servicio de expedición de Rehau y la profesionalidad de la empresa ejecutora y explotadora de la micro-red". La materia prima con la que operará la red es absolutamente autóctona: "podemos producir con monte público unos 1.900 metros cúbicos de madera al año", concreta el alcalde de Ispaster, Jesús Lekerikabeaskoa. Según Iñaki Gaztelu, de la cooperativa Barrizar, la inversión estará amortizada en unos diez años, si bien desde el arranque el ahorro será de en torno al 10% anual.