Jaime Lissavetzky, portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, hacía unas declaraciones a finales de agosto, recogidas por ABC, en las que denunciaba la ruinosa inversión en las plantas de biomentanización de Valdemíngómez, aspecto que Energías Renovables ha abordado en más de una ocasión. Lissavetzky exigía, finalmente, que “el gobierno municipal aumente la rentabilidad económica y ambiental de estas plantas y presente un proyecto que garantice su viabilidad. Ahora son absolutamente insostenibles y un ejemplo del fracaso de la gestión ambiental de la alcaldesa y su equipo”.
Unos días después, el Ayuntamiento de Madrid publica una nota de prensa en la que, tras vender las excelencias de unas plantas únicas en España, al ser las primeras en inyectar biometano en la red convencional de gas, anuncia que se ha dado luz verde a la explotación de una de ellas. El comunicado no especifica a cuál de ellas se refiere, si a La Paloma o Las Dehesas, que son las dos que inauguraron oficialmente Alberto Ruíz-Gallardón y Ana Botella el 7 de enero de 2011.
Tampoco aclaran qué empresa es la adjudicataria del nuevo contrato de explotación, que en adjudicaciones pasadas recayó en Urbaser-Valoriza. En esta ocasión se limitan a afirmar que “el Ayuntamiento ha dado luz verde al contrato para la explotación de una planta de tratamiento del biogás procedente de la biometanización, así como la gestión, tratamiento y comercialización del biocombustible por un período de 11 años y 8 meses y un presupuesto de 14.862.637,27 euros”.
El Ayuntamiento mantiene que “gracias a este novedoso proyecto se obtendrá la máxima valorización del biogás generado en las plantas de biometanización del Parque Tecnológico de Valdemingómez, mediante la producción de biocombustible (biometano) y energía eléctrica, a partir de la materia orgánica contenida en los residuos”.