Dos edificios municipales actualmente alquilados por el consistorio, el centro de día para mayores, dos alojamientos rurales y las casas del médico y el maestro forman parte de la primera fase de la red de calor con biomasa del municipio de El Atazar. “Está previsto que en una segunda fase ampliemos el suministro a otros edificios municipales, como el consultorio médico o la escuela”, anuncia Ignacio García, ingeniero industrial de Aprosol, la empresa encargada de la construcción y mantenimiento de la instalación.
El pasado domingo 31 de enero tanto Aprosol como el Ayuntamiento de El Atazar, Multitek Ingenieros (encargada de la ingeniería de detalle de la red) y Desner (responsable del sistema de telegestión y supervisión de la red) participaron, entre otros, en la jornada de presentación de la red en este municipio del norte de la Comunidad de Madrid. Además de las ponencias, se organizó una visita a las instalaciones donde se sitúan las calderas, los depósitos de inercia y los silos de almacenaje del biocombustible.
Astilla forestal y jara
“Actualmente se emplea astilla forestal, aunque se tiene previsto utilizar la jara que crece en la zona”, informan desde Aprosol. Esta biomasa entra en las dos calderas, de 200 kW cada una, que “sirven no solo para abastecer los edificios actualmente conectados, sino también los próximos que se incorporen en la segunda fase”, afirma Iñaki Íñiguez, director de la empresa.
Íñiguez también explica la experiencia de Aprosol en la construcción y gestión de otras redes de calor, en Vitoria y Guadalajara, y de otro tipo de equipos: “fuera de las redes de calor tenemos calderas en residencias de ancianos, colegios, hoteles y en el Zoo-Aquarium de Madrid, concretamente en las instalaciones de los chimpancés, orangutanes, serpientes y elefantes, y próximamente se instalarán en el delfinario”.