El barómetro de EuroObserv’ER sobre la biomasa en 2014 recuerda las informaciones del European Reanalysis and Observations for Monitoring (Euro4M) que señalan a los inviernos de 2013 y 2014 como inusualmente cálidos (añadiendo también 2015), para justificar en parte el descenso en el consumo y producción de biocombustibles sólidos en la Unión Europea. El consumo de biomasa térmica pasó de 81,7 Mtep en 2013 a 78,9 Mtep en 2014. Solo se salvaron de la caída las redes de calor (eso sí, por escasas 20.000 tep), tabla en la que un año más siguen sin aparecer incomprensiblemente las de España.
Además de los inviernos menos fríos como principal factor a considerar, EurObserv’ER destaca también la influencia de “los grandes esfuerzos que se hacen en la UE para mejorar la eficiencia energética, aunque esto es mucho más difícil de medir”. Se citan las nuevas normas de construcción, los incentivos fiscales al aislamiento de viviendas y la sustitución de viejas calderas y estufas por otras más eficientes como factores que han influido también en el descenso de biocombustibles en el hogar.
Más importación de biocombustibles, mayor producción de electricidad
El informe sobre biomasa de EurObserv’ER destaca también, incluso con mayor ahínco, el descenso en la producción de energía primaria en la UE con biocombustibles propios. La explicación radica en el incremento paulatino de las importaciones: 2,6 Mtep en 2012, 3,8 Mtep en 2013 y 5 Mtep en 2014. El barómetro recuerda que en el estudio Statistical report-European bioenergy Outlook 2015 de la European Biomass Association (Aebiom) se sitúa a los pélets de madera en el primer lugar de las importaciones, con el 47% del volumen total, seguido de astillas, leña y otros tipos de biomasa. América del Norte (5,2 millones de toneladas), países europeos no comunitarios (4,7 millones), Rusia (2,7 millones) y América del Sur (un millón) son los principales exportadores.
Por último, uno de los únicos datos que reflejan crecimiento es el de la producción de electricidad con biomasas sólidas. En este caso se ha pasado de 81 TWh en 2013 a casi 85 TWh en 2014, aunque no precisamente por la aportación de España, que sigue acusando los recortes a las renovables. Nuestro país refleja un descenso notable en cogeneración, al pasar de 1,2 a 0,9 TWh, mientras que en plantas de biomasa baja de los 2,9 a los 2,85 TWh. Al aumento de la producción global han contribuido principalmente el Reino Unido (de 9,8 a 13,8 TWh) y Polonia (de 7,9 a 9,1 TWh).