Biodiésel y etanol (de primera y segunda generación), butanol, hidrobiodiésel, gases sintéticos, biometano e incluso hidrògeno obtenidos través de hidrólisis, gasificación, pirolisis, transesterificación o la digestión anaerobia. Estos son algunos de los biocarburantes y otros recursos energéticos y las tecnologías asociadas que se exponen en la Low carbon transport fuels una guía presentada por la Low Carbon Technology Partnerships Initiative (forma parte del World Business Council for Sustainable Development) de cara a la inminente cumbre del clima que se celebra en la capital francesa del 30 de noviembre al 11 de diciembre.
Once compañías, entre las que se encuentran Audi, DuPont, Novozymes, Poet o SkyNRG, han unido sus fuerzas para publicar una guía con la que quieren demostrar que se puede ir más allá en la reducción de emisiones en el transporte. “La guía ayuda a los países y a las empresas a identificar las tecnologías de combustibles de bajo carbono más adecuadas que les permitan cumplir con los compromisos climáticos que salgan de París”, señalan en la presentación.
Sólo el 3% del transporte mundial es bajo en carbono
En la misma presentación recuerdan que ahora “sólo el 3% de los combustibles para el transporte es bajo en carbono” y que según la Agencia Internacional de Energía (AIE) deberán llegar al 10% en 2030 “si queremos satisfacer el crecimiento económico por debajo de un incremento de temperaturas de 2° C”. La guía reconoce la necesidad de “acelerar el desarrollo de todas las alternativas disponibles de combustibles bajos de carbono”. “Esto incluye –prosiguen– tanto las tecnologías convencionales ya maduras como las que están en su fase inicial o listas para su despegue comercial en los próximos años”.
En el trabajo de la Low Carbon Technology Partnerships Initiative se reclama también la adopción de políticas claras y estables a largo plazo y la eliminación de las barreras actuales al desarrollo de los biocarburantes, para así facilitar el despliegue a gran escala. Robert Wright, secretario general de la European Renewable Ethanol Association (ePure) afirma que “los combustibles bajos en carbono son una herramienta esencial en la lucha mundial contra el cambio climático”, y mira sobre todo a la UE para recordar que si se afrontaran las políticas que demandan se lograrían reducciones medias del 60% de GEI y una mejor competencia con el petróleo.
Reto: pasar del actual 5,7% de renovables en el transporte al 10% en 2020
Precisamente ePure se adelantó unos días a la publicación de la guía a la hora de reclamar políticas más ambiciosas a la Comisión Europea de cara a París. Recuerda que el “95% de la energía consumida en el transporte en Europa proviene del petróleo y que esta “dependencia insostenible” cuesta a los contribuyentes europeos mil millones de eruros al día. Desde ePure reconocen que se han logrado avances en el aumento del uso de energías renovables en Europa, pero reclama más acción en el sector del transporte.
Considera ePure que solo con ese plus de renovables en el transporte se alcanzarán los objetivos planteados por la UE para 2020 y 2030. “Los Estados miembros –señalan– deben tratar de aplicar plenamente la directiva de energías renovables de forma rápida, debido a que la Comisión Europea estimó recientemente que en 2014 el porcentaje de uso de energías renovables en el sector del transporte en Europa fue sólo del 5,7%, algo más de la mitad del objetivo vinculante del 10% establecido para 2020 por dicha directiva”.