«Cambiar España: 50 pasos para gobernar juntos», el documento programático común que han acordado Podemos e Izquierda Unida, está organizado en torno a cinco ejes temáticos, que son los siguientes (y aparecen en este orden): Democracia Económica, Democracia Social, Democracia Político institucional, Democracia Medioambiental y Democracia Internacional. Pues bien, en el primero de ellos -Democracia Económica-, las fuerzas políticas lideradas por Pablo Iglesias y Alberto Garzón proponen, en primer lugar un Plan Nacional de Transición Energética (PNTE), cuyo objetivo -explicitan- no es otro que "la modernización económica, la eficiencia empresarial y un sistema energético totalmente descarbonizado para 2050, en consonancia con el acuerdo climático de París". Apuestan por "financiar la transición energética vinculada al cambio de modelo productivo".
Ese plan debe apostar por "mejorar la eficiencia energética de nuestro modelo productivo y de consumo, reducir su consumo global de energía, reducir el coste del factor energía para empresas y hogares, disminuir las emisiones de CO2, así como la factura importadora de combustibles fósiles". Según Podemos e Izquierda Unida, ese PNTE debe estar estructurado alrededor de dos ejes: un Plan Nacional de Ahorro Energético y un Plan Nacional de Energías Renovables.
El primero de ellos, el Plan Nacional de Ahorro Energético, deberá estar orientado "a la mejora de la eficiencia energética y a la reducción de consumo energético en edificios, pero también en el transporte, la industria y los sistemas de distribución eléctrica". La columna vertebral de este plan será "la rehabilitación energética de viviendas y edificios de la Administración, que debería permitir recolocar parte de las personas paradas que vienen del sector de la construcción".
El segundo gran eje alrededor del cual debe estructurarse la transición energética que ha de llevarnos a un modelo totalmente descarbonizado en 2050 es el Plan Nacional de Energías Renovables, que debe estar centrado "en tecnologías como la solar fotovoltaica y térmica, eólica, geotérmica, pequeña hidroeléctrica y biomasa de baja emisión". Este plan debe incluir -según Podemos e Izquierda Unida- "todos los eslabones en la cadena de investigación, desarrollo, fabricación e instalación".
El PNTE estará acompañado por una reforma en profundidad del sistema eléctrico que incluirá
● Una auditoría de la deuda acumulada por el déficit de tarifa y una auditoría de costes de todo el sistema (además, se reclamará ante la Justicia la cantidad cobrada en exceso por las eléctricas en concepto de Costes de Transición a la Competencia).
● El establecimiento de controles efectivos para impedir prácticas oligopólicas y específicamente la integración vertical.
● La modificación del marco regulatorio y del mercado eléctrico de modo que todas las fuentes de generación de electricidad reciban una retribución basada en los costes reales de producción.
● La aprobación de una legislación del autoconsumo de modo que
a) la energía autoconsumida instantáneamente quede libre de cualquier tipo de imposición,
b) la energía vertida al sistema eléctrico sea justamente retribuida por la empresa comercializadora,
c) los trámites administrativos sean ágiles,
d) se permitan instalaciones compartidas.
● Adopción de medidas para la reducción del precio de la energía para la industria (especialmente las electrointensivas) en consonancia con los principios de la transición energética defendida (renovables, ahorro y eficiencia, cogeneración) y de transparencia tarifaria (auditoría de costes).
● La sustitución progresiva del uso de energías fósiles por energías renovables, garantizando en todo caso una transición justa de los empleos hacia nuevos sectores no contaminantes.
● El cierre definitivo de la central nuclear de Santa María de Garoña y la no extensión de los permisos de operación para el resto de centrales nucleares en funcionamiento, de modo que todas ellas estén cerradas en 2024.
● La recuperación por parte del Estado de las centrales hidroeléctricas cuyas concesiones a empresas privadas caduquen.
● Se prohibirá el uso de la técnica de fractura hidráulica (fracking) y de las prospecciones de hidrocarburos en el litoral.
En el capítulo dedicado a la Democracia Social
El documento programático común «Cambiar España: 50 pasos para gobernar juntos» propone, en el capítulo dedicado a la Democracia Social el "establecimiento de una tarifa por tramos sociales para combatir los cortes de agua y la pobreza energética que afecta a 1,4 millones de hogares".
Sobre la Democracia Ambiental
El primer epígrafe del capítulo dedicado a la Democracia Ambiental se titula "Lucha contra el cambio climático" y dice lo siguiente: aprobación de una Ley de Cambio Climático orientada a la consecución de los objetivos del Acuerdo de Paris del Clima que transversalmente regule de forma previsible, coherente y estable todas las políticas involucradas. Esta ley incorporará objetivos ambiciosos para 2030 con una reducción de emisiones de gases de efecto invernadero del 55% como mínimo, una generación con energías renovables al menos del 45% y del 40% de reducción en el consumo de energía respecto a 1990. El Plan de Transición Energética contemplado en el apartado de “democracia económica” debería garantizar que en 2050 el 100% del consumo energético proceda de fuentes renovables. Impulsar una fiscalidad verde que desincentive los consumos más contaminantes. Se introducirán igualmente los criterios de adaptación y mitigación al cambio climático en todas las políticas de forma transversal, con acciones para aumentar la resiliencia de las ciudades y los ecosistemas. Potenciar una política forestal de repoblación con especies autóctonas y el desarrollo del efecto sumidero. Se derogará con carácter inmediato la Ley 11/2014 y el RD 183/2015 que modifican la Ley 26/2007 de Responsabilidad Medioambiental, de forma que se restituyan los pilares rectores de precaución y prevención, y el principio de que “quien contamina paga” y que “contaminar no sea rentable”.