"La cancelación, o paralización sine die, de los parques eólicos aprobados en el concurso gallego hará que los propietarios rurales, y las Comunidades de Montes, dejen de percibir unas rentas de aproximadamente diez millones de euros al año en concepto de arrendamiento de los solares eólicos". Lo dice, en un comunicado que difundió ayer, Unións Agrarias (UUAA), que vislumbra unas pérdidas de renta para los propietarios rurales y las Comunidades de Montes que podrían alcanzar, en el peor de los casos, hasta los doce millones de euros al año. El sindicato gallego lamenta además la pérdida de empleo que supone la paralización del sector: "se suponía que el concurso eólico [el último que convocara el gobierno regional] crearía 1.200 puestos de trabajo y que se invertirían al menos doscientos millones de euros en iniciativas empresariales" vinculadas a varios sectores económicos gallegos; empleos e inversiones ahora virtualmente inviables, según el sindicato, dado el nuevo marco regulatorio, que va a suponer un fuerte recorte de los ingresos que percibirán los parques eólicos por kilovatio generado.
Cogeneración
También la cogeneración se va a ver afectada, según Unións Agrarias. Y es que la reforma que está ultimando el gobierno, si es finalmente aprobada en los términos en los que está redactada ahora mismo, "aboca al cierre de las plantas de cogeneración eléctrica de muchas industrias gallegas", que utilizan el calor de sus procesos de producción para generar con él también electricidad y obtener así unos ingresos adicionales. La nueva norma también recorta el precio del kilovatio eléctrico producido en instalaciones de cogeneración y "hará que pierdan competitividad" empresas de dos sectores muy importantes en el campo gallego: el forestal (aserraderos, fábricas de tableros o de pasta de papel) y el agroalimentario (envasado de leche, depuradoras de purines de cerdo, conserveras...). Según Unións Agrarias, "estas empresas, tan importantes en el campo gallego, perderán competividad y reaccionarán repercutiendo su incremento de costes en forma de bajadas de precios para los productores primarios, ajustes de plantillas, despidos, EREs, bajadas de sueldos y precarización de contratos".
Los agricultores, frente al lobby
Según Unións Agrarias, la Tasa Soria del año 2013 (tasa del 7% imputada a todo kilovatio renovable generado) ya implicó en su momento una bajada del precio de la madera para los productores de un euro y medio por tonelada, fenómeno que podría volver a repetirse con este nuevo ajuste. Por otro lado -añade el sindicato-, "la escalada de precios de la electricidad ya supuso una subida del 80% de la tarifa de los regantes en los últimos seis años, además de comprometer los costes del sector porcino al hacer inviable las plantas de tratamiento de purines, generando por otra parte un problema medioambiental". UUAA se queja de la desaparición de las tarifas diferenciadas para regantes, que no tiene en cuenta las especificidades del sector agrario. Por todo ello -concluye-, el sindicato "rechaza frontalmente esta reforma energética antisocial que castiga al campo y a las empresas agroalimentarias y forestales, fundamentales para salir de la crisis y crear empleo en Galicia, a la par que favorece las prácticas abusivas de las cinco grandes eléctricas, que copan el 95% de la producción eléctrica en España y sobre las que no se hacen recaer sacrificios ni ajustes". En Galicia, hay más de 3.300 MW eólicos instalados, más o menos lo mismo que en todo Brasil.