"El comienzo de la legislatura -dice Ecologistas- estuvo marcado por dos hechos que dejaban claro que este ministro y este Gobierno no iban a apostar por la sostenibilidad ni por el bien social: la designación de Villar de Cañas, en Cuenca, para albergar el cementerio nuclear de residuos de alta actividad de todas las centrales nucleares del Estado (diciembre de 2011) y la paralización absoluta de la instalación de energías renovables (enero de 2012)" (el Partido Popular ganó las elecciones generales el 20 de noviembre de 2011 y Mariano Rajoy presentó su gobierno un mes después). Sobre el particular, léase Cien días de Gobierno del Partido Popular, cien días de ruleta rusa.
"La política desarrollada por Soria -explica Ecologistas- no ha podido sido más nefasta para la sociedad y el medio ambiente, con su decidida apuesta por el mantenimiento de la central nuclear de Garoña, por técnicas tan agresivas como el fracking o por las prospecciones petroleras de Repsol en las costas de Canarias". En todos los casos -continúa Ecologistas-, la respuesta social y política de los territorios afectados y de buena parte de la ciudadanía de todo el Estado ha sido contundente, rechazando de plano las decisiones de un ministerio que no ha sabido estar a la altura de las circunstancias".
Contracorriente
La oenegé lamenta por otro lado el hecho de que, mientras "en el resto del mundo se habla del cambio climático, se instalan renovables y se invierte en medidas de ahorro y eficiencia, la normativa aprobada por el Ministerio que dirigía Soria ha sido totalmente contraria al sentido común e incluso a la legislación comunitaria, acumulando varias denuncias por su incumplimiento que actualmente están en trámite en Europa". En ese sentido, Ecologistas denuncia "un cambio de tarifas eléctricas que ha implicado un claro desincentivo hacia las medidas de ahorro y eficiencia, el encarecimiento del recibo de la luz, el escándalo del almacén de gas Castor, el impuesto al Sol y un largo etcétera".
Falseando información
Según Ecologistas, "José Manuel Soria ha pasado la legislatura falseando la información y engañando a la ciudadanía, poniendo en marcha medidas que solo benefician a las grandes empresas multinacionales que controlan el sector de la energía y que han seguido manteniendo beneficios multimillonarios, cuando la pobreza energética se ha instalado en importantes sectores de la población, afectando a grandes capas de clase media e incluso perjudicando a administraciones públicas locales, universidades y otros colectivos que en su día habían apostado por la sostenibilidad medioambiental mediante la instalación de renovables".