Un primer análisis sirve para darse cuenta de que la UE tiene intenciones de romper con el compromiso internacional de mantener el incremento de la temperatura media del planeta por debajo de los 2ºC a lo largo de este siglo. La ciencia apunta que, con esa cifra, las posibilidades de evitar un cambio climático catastrófico se reducen al 50%, que es como jugarse el futuro de un planeta a cara o cruz.
El principal problema es esa obsesión por poner el carro antes que los bueyes. Es decir, la UE tiende a fijar primero un objetivo de reducción de emisiones, y luego estudia cómo cubrir los flecos restantes con objetivos de renovables y de ahorro energético. No obstante, un enfoque mucho más lógico sería mirar el potencial de reducción de gases de efecto invernadero a partir de un objetivo ambicioso de ahorro energético primero y otro de energías renovables a continuación. En último lugar se establecería una cifra de reducción de emisiones.
Veamos un ejemplo qué refuerza esta reflexión: en el análisis de Fraunhofer ISI para la Coalición para el Ahorro de Energía, se demuestra que con fijar un objetivo de ahorro energético para 2030 del 40% y un 35% de energías renovables, automáticamente se lograría alcanzar entre un 49 y un 61% de recortes en las emisiones. Como vemos, tiene más sentido poner los bueyes primero y el carro después.
A pesar de que el Parlamento también apoya esta postura, tanto la Comisión como los Estados miembro parecen no querer ir más allá en su compromiso. Son tiempos para recuperar fuelle económico, dicen. Sin embargo, muy pocos se han dado cuenta todavía de cómo revertiría a nivel económico el escenario que propone Fraunhofer: se crearían cientos de miles de nuevos puestos de trabajo de calidad, se lograrían grandes ahorros en importaciones de combustibles fósiles y una vida más saludable para la ciudadanía europea.
De ahora a octubre, que es cuando se decidirá el marco legal que fijará nuestro compromiso con nuestro planeta, será necesario que demostremos a los representantes políticos que un 40% es un objetivo inadecuado, y que empezar a ahorrar energía es definitivamente la respuesta para ganar la batalla de las emisiones durante los próximos 15 años.