NER, de New Entrants' Reserve, y 300, de los millones de euros procedentes de la venta de derechos de emisión con los que se inició el programa, es el nombre de esta iniciativa de la Comisión Europea que en su segunda convocatoria repartirá mil millones de euros entre los 19 proyectos elegidos, 18 de ellos centrados en las energías renovables y uno en la captura y almacenamiento de carbono. En la presentación hoy mismo de los nuevos NER 300, Connie Hedegaard, comisaria de Acción por el Clima, ha declarado que “que representan una novedad absoluta” y que se contribuirá con ellos a “proteger el clima y a hacer a Europa más independiente desde el punto de vista energético”.
La financiación procede de los ingresos del régimen de comercio de derechos de emisión de la UE. “De esta forma, quien contamina se convierte en el elemento impulsor del desarrollo de nuevas iniciativas hipocarbónicas”, señalan desde la CE. Según esta misma fuente, los mil millones de euros asignados permitirán obtener otros 900 millones más de inversión privada, lo que elevará a 2.000 millones la inversión total. Calculan que con la adición de los nuevos proyectos aumentará la producción anual de energías renovables de la UE en casi 8 teravatios/hora (TWh), volumen de energía que corresponde al consumo anual de electricidad combinado de Chipre y Malta.
204 millones para el gas de síntesis de biomasa de la madera
Entre los 18 proyectos vinculados a las renovables hay seis, la mayoría, que como en la primera convocatoria tienen como tecnologías protagonistas las asociadas a la bioenergía. El resto se reparten entre energías marinas (tres), geotermia (dos), termosolar (dos), eólica (dos), redes inteligentes (dos) y fotovoltaica (una). Sin embargo, el mayor presupuesto por proyecto se lo lleva el de captura y almacenamiento de CO2 del Reino Unido, con 300 millones de euros. Otro buen pellizco (204 millones) lo consigue Bio2G, iniciativa sueca estrella para producir gas de síntesis a partir de biomasa de la madera.
España ha pasado de obtener financiación para un solo proyecto en la primera edición de NER 300 a tenerlo para tres en la presente. Casi 30 millones son para la planta con tecnología W2B (waste to biofuels) que proyecta construir Abengoa en el puerto fluvial de Sevilla. Dicha tecnología está desarrollada por la propia compañía sevillana para obtener bioetanol de segunda generación mediante un tratamiento de fermentación e hidrólisis enzimática que se basa en un proceso de transformación de la materia orgánica para producir fibra orgánica rica en celulosa y hemicelulosa.
Los dos proyectos de eólica marina se reparten 68 millones de euros casi a partes iguales. Balea es una iniciativa que contempla la instalación frente a las costas de Armintza (barrio costero de Lemóniz, Vizcaya) de dos aerogeneradores de 5 MW cada uno y otros dos de 8 MW sobre superficies amarradas semisumergidas. Parecida estructura soportará el parque eólico compuesto por cinco aerogeneradores de 5 MW cada uno que se ubicarán entre 1,5 y 3,7 kilómetros de las costas del sureste de la isla de Gran Canaria, en un proyecto denominado FloCan5.