Miguel Arias Cañete presidió el pasado 28 de febrero en la sede del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) la presentación de los 49 Proyectos Clima 2013-Fondo de Carbono aprobados en su segunda convocatoria. De ellos, como ya avanzó Energías Renovables con anterioridad, 35 están directa o indirectamente relacionados con el aprovechamiento energético de la biomasa. El ministro añadió que buena parte de ellos se van a llevar a cabo en el ámbito rural, a menudo asociados a actividades agrarias, ganaderas o forestales, por lo que mostró satisfacción al comprobar "cómo el ámbito rural puede encontrar una oportunidad en la protección del medio ambiente para desarrollar nuevas actividades económicas, perfectamente integradas con las tradicionales”.
De cara a 2014, Arias Cañete avanzó que su departamento cuenta con una dotación presupuestaria para el Fondo de Carbono de 14 millones de euros, cuatro más que el año anterior, y aseguró que “la tercera convocatoria de Proyectos Clima se pondrá en marcha de forma inminente con la confianza de repetir el éxito de las dos primeras y sumar nuevos proyectos”. De momento, la Fundación Cesefor (Centro de Servicios y Promoción Forestal y de su Industria de Castilla y León) muestra su satisfacción por tener entre los elegidos al suyo: Uso término local de la biomasa con maximización de beneficios 2.0. En concreto, es uno de los 19 proyectos que entran en la modalidad de Programas de Actividades Clima.
Objetivos sociales, económicos y ambientales que solo puede aportar la biomasa
Se trata de una iniciativa ambiciosa que abarca más de cien instalaciones de muy diversa potencia (de 14 kW a 4 MW) y que premia el uso de biocombustibles sólidos locales. Desde la Fundación Cesefor explican que corresponde a la segunda fase del aprobado en la convocatoria anterior, del que empiezan a tener los primeros resultados, y se inscribe en su línea de promoción del desarrollo rural e integración de la biomasa para uso energético en la cadena local de los recursos forestales. “Se busca la activación económica y del empleo y la estabilidad de costes –añaden–, siempre con el uso sostenible de los recursos forestales, y además incide en un aspecto tan importante desde un punto de vista local y general como es mejorar la prevención de incendios”.
Otros de los objetivos son “la creación de puestos de trabajo, en el monte y en la industria, y la contribución a la estabilidad energética, tanto en suministro como en costes, que sólo pueden ser aportados por el combustible propuesto en el proyecto". Miguel Broto, responsable del área de I+D+i de la Fundación Cesefor, incide en que “el uso de biomasa forestal local con fines energéticos puede cumplir los objetivos de desarrollo y estabilidad, esenciales en este momento para las poblaciones rurales”.